Hoy en día, existen alimentos procesados más baratos que están al alcance de un mayor número de personas, lo que paulatinamente resulta en costos mayores en términos de afectaciones a la salud, tanto para los pacientes como para los gobiernos estatales y federal, afirma Luis Manuel Encarnación, director de la Fundación Mídete.
“Lo barato sale caro”, advierte el directivo, al referirse a aquellos productos procesados, con alta cantidad de azúcares y grasas, que son cada vez más baratos.
Y es que, dice, el creciente acceso a estos productos a la larga repercute en la salud física de las personas, provocando que padezcan además de obesidad, enfermedades que ocasionan grandes gastos tanto para las familias como para el Estado.
Diabetes, algunos tipos de cánceres, hipertensiones y enfermedades cardiovasculares cuestan al Estado cerca de 80 mil millones de pesos al año y de no ser atendidos como se debe, para el próximo año este gasto podría alcanzar los 151 mil millones.
“En la actualidad, México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en obesidad y el primer lugar en obesidad de mujeres y niños, además de que somos el primer consumidor de refrescos y pastelillos en el mundo, lo que nos lleva a una gran problemática de salud pública que no solo afecta al Estado, a las empresas, sino a las empresas familiares y a la productividad de las personas”, indicó el especialista a la agencia Notimex.
Afirma que debido a la mala alimentación en el país, siete de cada 10 adultos tienen problemas de peso y uno de cada tres niños y adolescentes, por lo que resalta la modificación en los hábitos de vida de los mexicanos y una mayor actividad física.
“Es una clara problemática que se tiene que combatir y nosotros como fundación estamos muy preocupados por esto y por lo tanto trabajamos no solo en políticas públicas, sino también en programas sociales”, añade.
La fundación Mídete, busca promover la buena alimentación y el acceso a las personas a información sobre cómo cuidar su salud con alimentos y productos que son bajos en calorías, sustentables y orgánicos.
Además de una campaña, también se está creando conciencia entre las personas sobre el mito de que comer saludable es caro, pues en el país “la producción de frutas, verduras y hortalizas es inigualable, comer saludable no significa ir a un restaurante donde te vendan una ensalada, sino que se trata de una modificación en los hábitos de consumo y compra”, explica.
No ‘rebajes’ tu comida
“Lo barato sale caro”, si consumes productos procesados, con alta cantidad de azúcares y grasas, que son cada vez más baratos pero…