Aunque municipios del Valle de Tulancingo no se encuentran en sequía extrema, como reportó la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a finales del mes de febrero, sí están considerados actualmente como anormalmente secos.
A esta condición se suma el inicio de la canícula, lo que representa menor cantidad de lluvia acompañada de un ligero aumento de las temperaturas ambientales.
La publicación del Monitor de Sequía en México del 20 de julio pasado, elaborado con datos recopilados por la Conagua, señaló que los municipios de Cuautepec, Santiago Tulantepec, Singuilucan y Tulancingo están considerados como anormalmente secos.
La misma condición presentan los municipios de Acaxochitlán, Agua Blanca, Huehuetla, Metepec, San Bartolo Tutotepec, Tenango de Doria, pertenecientes a la vecina Sierra Otomí Tepehua.
Además de los municipios de Acatlán y Huasca, que pertenecen al Corredor de la Montaña y cuya población tiene actividad productiva, comercial y educativa con el Valle de Tulancingo, al igual que la Sierra Otomí Tepehua.
FALTA DE LLUVIAS
La falta de lluvias afecta ya a 43.3 por ciento del territorio nacional, 8.7 puntos más que un mes antes, por lo que aumentó el territorio con sequía extrema al pasar de 2.3 a 6.7 por ciento.
Productores agrícolas y ganaderos expresan preocupación, pues al no contar con lluvias suficientes y a tiempo, corren riesgo de perder sus cultivos, así como la producción de forrajes.
Mientras que responsables de organismos operadores de agua potable indican que la falta de lluvias provoca agotamiento de los mantos freáticos de donde se extrae el agua para consumo humano.
De no contar con agua suficiente para bombear, parará el funcionamiento de los pozos de abastecimiento, pues jalaría sólo lodo y tierra, lo que afectaría la maquinaria.
A la ausencia de lluvia se suma la llegada de la canícula, que se podría registrar entre 20 a 40 días, complica más el panorama climatológico.