En los últimos años se ha popularizado, en el mejor de los sentidos, la adopción de perros. La mayoría de estos lomitos son rescatados de la calle o de casos de maltrato.
La cultura de la adopción también busca, además de darle una vida digna a estos animales, combatir la compra de especies. Aunque, según algunos especialistas, la crianza de las mismas ayuda a que se preserven.
La MVZ Fabiola Campos nos explicó platicó sobre las condiciones que debe tener un buen criadero y los lugares que debes evitar si es que buscas comprar alguna raza de perro en especial.
Es diferente un criadero de traspatio y una fábrica de cachorros. En la segunda es donde se da el maltrato, donde tienen a las perritas en estado deplorable, las obligan a tener muchos partos y ni siquiera se sabe a qué casa van los perritos.
En el criadero se tienen las instalaciones adecuadas. Las hembras son siempre muy seleccionadas y si acaso tienen una o dos camadas. Los ejemplares se reproducen con pruebas genéticas de por medio y el espacio está regulado, pues no pueden estar demasiado perros en un solo lugar. A pesar de que en los criaderos los perros están a la venta, primero tienes que pasar una entrevista y le dan seguimiento a la compra.
“No estoy en contra de la venta de los perros, pero sí es muy importante recordar que hay muchísimos en la calle y prefiero que la gente adopte incluso hasta de raza y lo más importante, que se esterilicen”, explicó la experta.
Consideraciones para tener un perro
Ya sea que decidas comprar un perrito en un lugar responsable o mejor aún, adoptar uno, hay aspectos que Fabiola Campos recomienda tomar muy en cuenta antes de tomar esta decisión.
Muchas personas eligen el perrito por cómo se ve y eso no es lo correcto, yo les sugeriría que no se dejen llevar por eso, sino por la capacidad que uno tiene de solventar todas las necesidades que el perro necesita para estar a gusto.
Por ejemplo, para una persona sedentaria sería mejor un bulldog o algo más pequeño que no requiera tanta actividad física como ciertas razas.
“Cuando la gente adopta perros muy bonitos pero muy enérgicos y no tiene el tiempo o la paciencia para jugar con ellos, sacarlos a pasear, etc., es cuando se dan los casos de abandono”, puntualizó la médico.