San Francisco del Rincón.- El Negro, un mestizo de gran nobleza, se ganó el afecto de la colonia Cuauhtémoc en San Francisco del Rincón. Desafortunadamente, careciendo de hogar, sufrió un ataque de otros perros callejeros que le causaron una herida grave en la oreja.
Según reportes de los comerciantes a am Express, El Negro solía tener un hogar en la calle Concepción. Era el guardián de la propiedad, ubicada entre la calle Juventino Rosas y el Bulevar Juventino Rosas.
Hace aproximadamente 8 meses, los dueños lo abandonaron. Esto dejó al anciano canino en la calle. A pesar de su situación, El Negro nunca abandonó la zona de la calle Concepción.
Comerciantes y vecinos comenzaron a notar que El Negro podía haber sido maltratado por sus antiguos dueños. El perro mostraba un temor notable al agua y evitaba que lo tocaran.
“Al principio, no sabía qué hacer. Pensé que no nos permitirían tenerlo aquí, así que no le proporcioné agua ni comida. Sin embargo, el perro continuó viniendo y gradualmente comenzamos a alimentarlo,” comentó Lupita, una trabajadora local.
El Negro solía visitar dos lugares principalmente: un almacén de materiales por la mañana y un puesto de tacos por la tarde.
Trabajadores, clientes y ciudadanos que frecuentaban la zona se encariñaron con él. Le brindaron comida, agua e incluso un tapete para descansar.
“Después le empezamos a dar de comer, no todos los días, pero él ya sabía. A las 4:00 pm ya sabía que era hora de ir a los tacos. Los miércoles, cuando los tacos no estaban disponibles, él lo sabía y se quedaba dormido todo el día. Nos habíamos encariñado con el perro”, añadieron.
El Ataque
A pesar del afecto y cuidado de los comerciantes, El Negro seguía viviendo en la calle. Nadie tenía espacio en sus hogares para él. Esta semana, su ausencia llamó la atención de los ciudadanos.
El martes, algunos aseguraron haberlo visto con una herida grave en su oreja izquierda. La herida, aparentemente causada por la mordida de otro perro callejero, resultó en una infección severa.
“El lunes ya no vino, nos pareció extraño. Cuando finalmente lo vimos, intentamos tratar sus heridas. Pero él tenía miedo al agua y no nos dejaba acercarnos. Intentamos llevarlo al veterinario, pero nos sugirieron que sería mejor dormirlo debido a su avanzada edad. No pudimos, estábamos hasta llorando”, compartieron.
El caso de El Negro llegó a la Fundación Animare. El miércoles fueron al lugar para llevarlo al veterinario. Actualmente, está siendo atendido y necesita apoyo para cubrir sus gastos médicos.
Los ciudadanos indicaron que una vez atendido, será llevado a un refugio canino. Si regresa a la calle, corre el mismo riesgo que los cientos de perros que viven en situación de calle.
HEP