Recibí un correo reenviado de Mónica Garza para Óscar Gabilondo, nieto del compositor mexicano Francisco Gabilondo Soler, en el cual se leía: “Ah! Pero en el nuevo libro de texto de la @sep del 4to grado de primaria, los niños tienen que hacer una erudita disertación sobre si efectivamente la Negrita Cucurumbé se fue a bañar al mar, porque ¿quería ser blanca?”. En el mensaje se agregaban dos páginas del libro que editó la SEP como parte del proyecto de la Nueva Escuela Mexicana para niños de cuarto de primaria. Además de las caricaturas de una mujer negra, aparece la letra de la canción:
“La negrita Cucurumbé se fue a bañar al mar, para ver si en las blancas olas su carita podía blanquear. / La negrita Cucumbé a la playa se acercó, envidiando a las conchitas por su pálido color./ Quería ser blanca como la luna, como la espuma, que tiene el mar (…) Un pescado con bombín se le acercó, y moviendo la colita le preguntó: / ¡Pero válgame, mujer! ¿Pues qué no ves, qué bonita es tu carita, negrita Cucurumbé?”. Líneas abajo, el maestro o maestra pide a los alumnos: “Dialoguen en asamblea de aula, a partir de las siguientes preguntas: a) ¿Por qué la negrita Cucurumbé se metió al mar a bañarse? b) ¿Quién cuenta lo que sucede con la negrita? ¿Ella, el pescado o alguien más? c) ¿Piensas que, de verdad, la negrita quería ser blanca? ¿Por qué? 3.- Describe alguna situación que hayas visto a escuchado en la que alguien haya sido discriminado ya sea por su apariencia física o su forma de ser”.
Para Óscar Gabilondo Vizcayno, la canción de Cri-Cri, su abuelo, es un himno a la autoestima y la valoración de uno mismo; la negrita puede aprender que es bonita tal como es. No hay duda que el ejercicio que les pediría el maestro o maestra tiene una intención. “Sacan de contexto la canción, la época en que fue escrita y me parece una notoria manipulación. (…) Pasar a relacionar una situación de discriminación personal desde la canción es extremar la reflexión mucho para niños pequeños”.
Según Marx Arriaga, director de Materiales Educativos de la SEP, ahora resulta que Cri-Cri es un racista. Hemos de decir que el verdadero título de la canción en cuestión es “Cucurumbé”, y no “Negrita Cucurumbé”, lo cual nos lleva de inmediato a percibir de manera diferente la pieza musical (danzón en rumba), compuesta en 1936 y grabada originalmente por Francisco Gabilondo Soler en 1949. Además la interpretaron unos “racistas” como Libertad Lamarque, Chabelo, Amparo Montes, la Sonora Santanera, Plácido Domingo y la Orquesta Universitaria de Música Popular de la Universidad Veracruzana.
El ejemplo anterior es nada más uno de los muchos errores y posiciones tendenciosas, más de orden ideológico que de tipo educativo, de los que adolecen los libros de texto gratuitos. En cuanto al contenido de los libros, la doctora Soledad Loaeza escribe en su artículo “La Nueva Escuela Mexicana y la denuncia de la libertad”, publicado en la revista Nexos, del mes de abril, sobre la ideologización de la educación: “Los niños serán más felices si en su escuela pueden imaginar, sonreír, cantar y bailar y decidir qué quieren aprender, siempre y cuando se limiten a los recursos que les ofrece su entorno, su comunidad porque, sostiene la guía de los maestros, la identidad del individuo es un producto comunitario, cuya autenticidad niega el individualismo y confunde el mundo exterior. En este punto me detengo. ¿El rechazo al éxito como principio político y moral en los términos que plantea la doctrina de la llamada Cuarta Transformación significa que por razones ideológicas debemos sustraernos de los avances científicos y tecnológicos de la humanidad porque se inspiran en objetivos neoliberales?”.
Respecto a las críticas a los nuevos libros de texto de la SEP, dice Marx (el pequeño) que defenderá con su vida el proyecto de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), así lo escribió en un tuit: “El tema del libro de texto ocupó ayer 11 primeras planas, amenazaron con 9 años de prisión. Por la NEM, por los libros, por la reivindicación del maestro, no doy 9 años; doy la vida. Vengan por ella”.
No hay duda de que Marx Arriaga ya se ve en el 2024 en la silla que ocuparon secretarios de Educación como José Vasconcelos, Jaime Torres Bodet, Agustín Yáñez, Porfirio Muñoz Ledo, Miguel Limón, etcétera, etcétera.