León, Guanajuato.- Trabajadores informales de Guanajuato empeñan su futuro con empleos en los que no reciben prestaciones. En la entidad 56 de cada 100 personas ocupadas lo hacen sin la protección de un empleo formal.

Martha Laura Aguiñaga ha trabajado como guardia de seguridad en varias empresas, en las que no siempre ha tenido prestaciones.

Esa inconsistencia le afecta, ya que no logra reunir las semanas de cotización que necesita para acceder a un crédito hipotecario infonavit.

Martha Laura Aguiñaga

Como ella, en Guanajuato un millón 608 mil 574 personas trabajan en la informalidad, esto al corte del primer trimestre de este año, última estadística publicada por el Inegi.

Los resultados de este año, son 6.92 % por arriba del cierre del 2022, cuando se registraron un millón 504 mil 475 personas ocupadas. Entre los dos periodos hubo un crecimiento de 104 mil 099 trabajadores.

Esto de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, elaborada por Inegi.

En su trabajo Martha Laura Aguiñaga realiza turnos de 24 horas de trabajo por 24 horas de descanso. Su ingreso semanal es de mil 200 pesos, aunque no siempre le pagan horas extra ni suplencias. 

La trabajadora de 38 años estudió hasta la secundaria y su historial laboral siempre ha estado relacionado con la vigilancia.

Reconoció que no es común que permanezca por mucho tiempo en una empresa, a excepción de su trabajo en el Aeropuerto. De momento, dijo, no le preocupa ya que sus planes de vida no los proyecta a más de cinco años. 

Crecimiento

A lo largo de un año, cada trimestre ha ido en aumento la cantidad de trabajadores informales.

Durante el 2022 el promedio de informalidad laboral se mantuvo en los 1.5 millones de empleos, acelerándose en este año.

Gustavo Rodríguez trabaja  como albañil por su cuenta y su empleo no le ofrece prestación alguna.

Detalló que comenzó en este oficio hace siete años, actualmente tiene 20, su último grado escolar fue la secundaria. 

Gustavo Rodríguez

Originario de Aguascalientes, llegó a León sin poder continuar con sus estudios por lo que optó por trabajar. 

Casado y con un hijo, sus ingresos semanales rondan los dos mil 500 pesos, que pueden ascender a más.

Reconoció que a veces le preocupa no tener prestación, pero sabe que de momento no planea sumarse a una empresa, quizá cuando sea mayor será un tema que deberá replantearse.

 

 

SM

 

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