SE ACERCA el fin del corcholatón, la loca carrera de las corcholatas morenistas, y seguramente el más decepcionado de todos debe ser Andrés Manuel López Obrador. Como suele suceder en este gobierno, el Presidente tiene una idea, en su cabeza suena grandiosa, pero la realidad se empeña en llevarle la contraria.

Y JUSTO eso pasó con la contienda entre Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Marcelo Ebrard y tres colados más. Según lo que él mismo decía, el Presidente se imaginaba a sus hijos políticos recorriendo el país, prácticamente a lomo de burro, como cuando Jesús entró triunfante en Jerusalén. Más territorio y menos escritorio, predicaba.

PERO las cosas no salieron así, pues la contienda interna se convirtió, en realidad, en una competencia por ver quién gastaba más dinero en promocionarse. Sin duda, Adán Augusto y Sheinbaum se llevan por mucho la medalla al derroche.

LO QUE también faltó en el proceso morenista fue el pueblo sabio. Probablemente AMLO se imaginaba a las multitudes saliendo a recibir a sus corcholatas, pero lo que se vio fue justamente aquello que dijeron que combatirían: el acarreo y la compra de conciencias, mediante los distintos grupos clientelares en los estados.

ASÍ, PUES, quedan solo 20 días de este show, cuyo desenlace parece estar decidido hace muuucho tiempo.

 ***

VAYA, VAYA… el gobierno del sustituto Martí Batres salió a negar que le hayan esquilmado a los trabajadores sindicalizados parte de sus ahorros, pero ¿qué creen? Que justamente hoy habrá una manifestación de esos empleados capitalinos que supuestamente no han sido estafados.

LOS DIRIGENTES de los inconformes están citando a sus agremiados al Zócalo, a las 16:30 horas. Según advierten en su convocatoria, las autoridades están saliendo con todo tipo de pretextos para “justificar lo que nos hace falta”. De acuerdo con los cálculos de los propios trabajadores del gobierno de la CDMX, a cada uno les deben, por lo menos, 2 mil 426 pesos, lo cual se convierte al final en una suma millonaria.

EXTRAÑAMENTE, la administración capitalina quiso desmentir que exista este faltante, pero se preocupó más en limpiar la imagen de Claudia Sheinbaum, que en explicar dónde quedó la bolita del dinero que no aparece.

CON ESO de que Martí Batres fue un alumno de René Bejarano, no vaya a ser que le esté aplicando el tradicional diezmo que acostumbran en su secta, perdón, en su grupo político.

 ***

VISTAS las extrañas y millonarias compras del Seguro Social a empresas de muy dudosa operación, da la impresión de que el único elevador que sirve en el IMSS es el que está llevando a Zoé Robledo a la gubernatura de Chiapas.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *