Un hombre estuvo a punto de ser asesinado por un motociclista que le disparó apuntándole a la cabeza, pero sólo recibió un rozón.
Una hora y media antes el agredido, que circulaba a bordo de un automóvil por la colonia Ejidal, había ayudado a dos personas que fueron golpeadas en una riña; al parecer se trató de una venganza por haberlos auxiliado.
“Se detiene para apoyar a dos personas que se encontraban lesionadas, los trasladan al hospital, y de regreso se le emparejó una motocicleta y escucha que dicen: los que lo ayudaron, y al voltear siente un golpe en la cabeza”, dijo Jorge Gómez Morado, director de Control de Procesos de la Subprocuraduría de Justicia de la región “C”.
El lesionado, de nombre Joaquín de Jesús, de 30 años, fue reportado estable y fuera de peligro en el Hospital Regional, ya que sólo tiene una herida superficial en la frente.
Fue a las 4:30 de la mañana de ayer, que la clínica reportó al Ministerio Público, el ingreso de una persona a consecuencia de un balazo.
Cuando se trasladaron elementos de la Policía Ministerial, lograron entrevistar al herido, quien señaló que cerca de las 3 de la mañana manejaba un automóvil marca Nissan en compañía de dos amigos.
A la altura de la colonia Paseo de San Nicolás, localizaron a dos personas que se encontraban golpeadas por una riña que minutos antes se llevó a cabo, por lo cual se detuvieron para ayudarlos.
Los llevaron al hospital para que recibieran los primeros auxilios, y luego regresaron hacia sus domicilios.
Al momento en que circulaban por la calle Ejido de San Nicolás de Parra, por donde se hace el tianguis de los domingos en la colonia Ejidal, se les emparejó una motocicleta tripulada por un desconocido.
Éste sacó una pistola y, al decirles unas palabras, disparó para después fugarse por la avenida.
Cuando sus amigos vieron que Joaquín de Jesús tenía una lesión en la frente, de inmediato lo llevaron al hospital para su atención médica, pero sólo tenía una herida por rozón que no ponía en riesgo su vida.
El suceso ya es investigado por las autoridades, aunque los testigos dijeron desconocer al responsable y a las dos personas que ayudaron.

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