San Francisco del Rincón, Guanajuato.- Rodeada del amor y cariño de sus hijos, nietos, bisnietos, familiares y amigos, la señora Tiburcia Parra Hernández fue festejada por cumplir 100 años de vida, en San Francisco del Rincón.
Para festejar a “Mamá Ita”, como cariñosamente le dicen, su familia organizó una emotiva fiesta donde echaron la casa por la ventana para consentirla en esta ocasión tan especial. El festejo comenzó cuando toda su familia le llevó una serenata la medianoche del viernes 11 de agosto, pues nació ese día del año 1923, en San Francisco del Rincón, donde tiene su casa en la calle Miguel Hidalgo de la Zona Centro.
El festejo formal se realizó el sábado y dio inicio con la celebración de una misa de acción de gracias, en la que el sacerdote expresó emotivas palabras y pidió a Dios le siga enviando salud y le permita estar más tiempo entre ellos. Luego se ofreció una comida en una conocida palapa de la ciudad, ubicada sobre el Camino Viejo, en donde hubo puestos de feria, pólvora y un castillo en honor de la señora.
En la celebración estuvieron sus ocho hijos, los cuales recordaron con cariño al compañero de vida de doña Tiburcia, José Hernández Segura, así como a una hermana que desafortunadamente ya falleció. Además estuvieron presentes sus 27 nietos y 32 bisnietos, así como demás familiares y amigos, quienes llenaron de amor y le desearon lo mejor a la señora.
“Mi abuelita, ‘Mamá Ita’, no porque sea mi abuela, pero siempre ha sido una persona muy buena, bondadosa, bromista, alegre, a quien le fascina la música, siempre está cantando, y digo es muy buena, porque todos los días reza su rosario, a las 12, una o dos de la mañana, y en sus oraciones pide por todos y cada uno de la familia. Pide no solo por nosotros, por los vecinos, cuando se entera que alguien está enfermo, reza por esa persona, que por el gobierno, en fin, por toda la gente, es una mujer muy creyente y llena de fe”, dijo Pedro Hernández, su nieto.
Contó además que dada la emoción de saber que estaba por cumplir 100 años, días antes de su festejo se enfermó, pero que dada la fortaleza que tiene, se logró recuperar de manera satisfactoria. Y es que afortunadamente la señora goza de buena salud, salvo por las implicaciones propias de la edad, ya que tiene algunos problemas de visión, pero en términos generales y de acuerdo a sus doctores, se encuentra en muy buen estado.
El nieto añadió que cada año su abuelita ha sido festejada con motivo de su cumpleaños, pero dada la ocasión especial del onomástico número 100, esta vez se redoblaron esfuerzos para celebrarla como se merece y con mucha música, como es de su gusto. “A ella le fascina la música, tres de sus hijos tocan guitarra y cantan, varios de sus nietos, como yo, somos músicos y tenemos una agrupación, una de sus bisnietas canta, entonces en esta ocasión lo que tenía que haber era mucha música, como a ella le gusta. El festejo empezó con mariachi, luego fueron dos horas de banda, amenizamos con nuestro grupo Los Inolvidables y al final tocó un grupo versátil”, indicó su nieto.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando a petición de ella se realizó un vals, en donde sus hijos, nietos, bisnietos, familiares y amigos pudieron bailar con ella y compartir ese momento tan especial. Además, a “Mamá Ita” le entregaron por motivo de sus 100 años una medalla conmemorativa por la ocasión especial, que mandaron hacer exclusivamente para el festejo.
“Para mí es mi mayor ejemplo, crecí muy cercano a ella, crecí a media cuadra de su casa, muchos de los valores que tengo es por su ejemplo, es una mujer íntegra, amorosa, es mi ejemplo más grande de vida y le doy gracias a Dios porque la deje estar con nosotros y espero sea por mucho tiempo más”, finalizó Pedro Hernández.
LALC