Las encuestas fallaron. Colocaban a Javier Milei, de La Libertad Avanza, en un lejano tercer lugar en las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del pasado 13 de agosto en Argentina. Al final, el candidato del copete siempre despeinado, quien se ha definido a sí mismo como anarcocapitalista, quedó en un sorpresivo primer lugar con 30.1 % de los votos. Los candidatos de centro-derecha, Juntos por el Cambio, se ubicaron en segundo con 28.2 %. Los peronistas de Unión por la Patria, que hoy gobiernan, han tenido que conformarse con el tercer lugar, 27 %

Los resultados muestran a un país dividido. Milei tendrá que enfrentarse el 22 de octubre a Patricia Bullrich, exministra de seguridad, que representará a Juntos por el Cambio, y al ministro de economía, Sergio Massa, del movimiento peronista, así como a otros candidatos de organizaciones pequeñas. Si el 22 de octubre el ganador no obtiene más del 45 por ciento de los votos, o más del 40 con una diferencia de 10 sobre el segundo lugar, habrá una segunda vuelta el 19 de noviembre. El camino es todavía tortuoso para llegar a la Presidencia el 10 de diciembre de este 2023. 

No hay duda, sin embargo, del impacto que ha tenido Milei en un país que se ha empobrecido de manera notable. A fines del siglo XIX y principios del XX Argentina era una de las naciones más ricas del mundo. Según la revisión de 2018 del Proyecto Maddison, fundado por el economista e historiador británico Angus Maddison, Argentina fue en 1895 y 1896 la economía más próspera del mundo, arriba de Bélgica, Australia, Reino Unido, Nueva Zelanda y Suiza. Todavía en 1920 el PIB per cápita argentino era 80 por ciento del estadounidense. La situación empezó a deteriorarse con rapidez en los treinta, con la inestabilidad política de la “década infame”, la cual concluyó con el golpe de Estado conocido como la “revolución de 1943” que llevó al poder a un grupo de militares entre los que destacaba Juan Domingo Perón, quien en 1946 fue electo presidente. Con un gasto excesivo en programas sociales y un manejo inepto de la economía, que mantuvieron sus sucesores, Perón dio inició a una prolongada declinación de la economía argentina. 

En 2022 Argentina registraba un producto interno bruto per cápita de 13,686 dólares (con el tipo de cambio oficial), debajo de los 20,795 de Uruguay o los 15,355 de Chille, en las tablas del Banco Mundial. La organización Chequeado.com afirma que Argentina se encuentra hoy en el lugar 69 del mundo en PIB por persona; pero Milei afirma que, con el tipo de cambio paralelo, cae al 140. 

Argentina registró una inflación de 115.6 por ciento anual en junio pasado. Los aumentos de precios han impulsado la popularidad de Milei, quien ha prometido “dinamitar el Banco Central”, eliminar el peso argentino y adoptar el dólar de Estados Unidos, como Ecuador y Panamá. 

La prensa internacional ha presentado a Milei como un Donald Trump argentino, pero en materia comercial son opuestos. Trump rechaza el libre comercio, Milei lo defiende y ha propuesto reducir los aranceles. Milei también ha ofrecido facilitar la inversión productiva en Argentina y bajar los excesivos impuestos. También quiere reducir los costosos programas sociales y “acabar con la casta”, sí, la casta política, que considera parasitaria. 

No será fácil para Milei traducir su triunfo de las primarias del 13 de agosto en una victoria en las elecciones presidenciales, pero es claro que los argentinos están cansados de los gobiernos populistas que los han empobrecido durante décadas. 

Suspensión

AMLO arremetió ayer contra la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, y el ministro Luis María Aguilar de la Suprema Corte por la suspensión de la distribución de los nuevos libros de texto en ese estado. Dijo, sin embargo, que “Vamos a cumplir con esa resolución”. En realidad, es su obligación. 

 

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Gsz

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