Recuerdo cuando Rubén Aguilar, vocero de Fox, salía con los medios de comunicación a decir: “lo que el Presidente quiso decir…”, en un intento por reparar los dichos de nuestro paisano, tan dado a las ocurrencias que se le venían a la mente todo el día. Sea ahora el vocero de AMLO o los aplaudidores periodistas que a diario le queman incienso con preguntas, el caso es que la indiferencia, la chunga, la burla, la música, la sordera y ahora sus chistes, son el eterno guión que el Presidente AMLO usa para distraer al pueblo de lo que verdaderamente sucede en las calles, haciendo con sus manos el gesto de no oír de los verdaderos periodistas que le plantean preguntas sobre las masacres, como la de Lagos de Moreno.

Los videos son claros cuando el miércoles, ante los hechos dolorosos de Poza Rica, de Lagos de Moreno y la cantidad de muertes en este México ensangrentado, que el Presidente AMLO sigue bromeando e intentando minimizar la realidad. Su guion es perfecto; ante cualquier cuestionamiento, todo lo que digan los medios de comunicación, serán complots, guerra sucia, campañas financiadas por el extranjero, buscando conectar con el pueblo bueno para que le siga creyendo. Él vocifera que otros son los culpables, pues “el pasado nos dejó una herencia maldita”; los conservadores, dice, “sembraron el mal”, y así, crea una larga lista de pretextos y su boca cada día más le es insuficiente para lanzar maldiciones a los emprendedores, a los jueces, a la UNAM y a todo el que asome tener algo de discrepancia con él. Imagina que no hay acarreos en los mítines de Claudia, ni uso del poder presidencial contra sus adversarios. Me duele, me decepciona, que Andrés Manuel por el que muchos votamos en 3 elecciones, siga desgastando la investidura presidencial para hacer política partidista con toda la fuerza del poder del Estado mexicano.

Ya todo ahora en el País es parte de esta enorme guerra electoral que se nos cruza con la terrible matanza de mexicanos que, de acuerdo al INEGI, rebasa los 160 mil, cuando el Estado dedica sus recursos a atacar a sus rivales políticos, dejando que el crimen trabaje a gusto. Nos esperan tiempos complicadísimos, donde la elección no solo enfrentará entre sí a las “corcholatas”, que desnudan ahora entre acusaciones mutuas, el mecanismo de pago de los acarreos, la complicidad con el dinero sucio del pago de bardas y espectaculares, el cobro de diezmos a cientos de miles de trabajadores de los gobiernos emanados de MORENA, el tiempo que dedican los “servidores de la Nación” entregando junto con los programas sociales la propaganda de la candidata oficial o el desvío de recursos de las Secretarías de Estado hacia las campañas de MORENA, sino lo imposible que será verificar que su campaña de cash para la Presidencia de República se haga con dineros de origen sucio.  

No acepto que el Estado mexicano, gobernado ahora por MORENA, use como siempre el poder para atacar a periodistas y para poner la mira en algunos, provocando que alguien jale el gatillo. Me duele que, además, ataque con misoginia a la candidata opositora. AMLO nunca dialogó con las fuerzas políticas para lograr acuerdos; nunca habló del futuro y engañó diciendo que, el crimen se acaba acusándolos con sus mamás y abuelitas, logrando un cambio dándoles abrazos; fue el que prometió el sistema de salud como Dinamarca y nos metió en el desabasto con el fracaso del INSABI. Me duele esta realidad porque el movimiento de AMLO pudo haber pasado a la historia con proyectos buenos como la Guardia Nacional, los programas sociales a los más pobres, dilapidó el capital político y las reservas financieras del País.

Se le acabó el tiempo a AMLO. Las fuerzas de su partido están desatadas por la sucesión. Marcelo midiendo los límites de su dignidad. Andrés pasará a la historia como el Presidente que prometió en su discurso de posesión, gobernar para todos y terminó haciéndolo para su partido. El que prometió crecimiento y no lo logró. El que dijo que acabaría con la corrupción y asignó la enorme mayoría de contratos en forma directa a redes cercanas. MORENA volverá a ganar en el 2024 las elecciones con sus cuatro sectores, con una Claudia que no muestra independencia para convocar a todos los sectores a trabajar juntos para crear prosperidad, repitiendo los guiones de AMLO, sin su carisma y con su languidez corpórea que no le da para inspirar confianza. Parece que repetirá que solo la verdad de ellos existe y el resto, como los periodistas que le hacen hoy preguntas, no existen y quizá intente alguna mala broma macabra como la que dijo el Presidente. 

Gsz

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