Viñedo San Miguel abrió sus puertas para que aficionados del vino de todo el país celebraran con ellos la Fiesta de la Vendimia.
Para agasajar a todos sus comensales se planeó un día lleno de actividades y sabor, entre catas de vino, cerveza y tequila, talleres de tortilla artesanal, pisa y pizca de uva, menú de cuatro tiempos elaborado por el multipremiado chef del Restaurante Trasiego, David Quevedo y una noche de baile y música en vivo para continuar la fiesta.
Bajo un sol radiante de las 3 de la tarde, comenzaron a desfilar los brillantes atuendos blancos de los asistentes, que fueron bienvenidos en el viñedo con una copa de vino blanco.
Cada uno optó por el horario de su preferencia para cada una de las exclusivas catas. La de vino estuvo a cargo de la marca Clase Azul, quien convidó tres tipos diferentes de su famoso destilado: un platino, un reposado y un gold.
En cuanto a cerveza, la marca mexicana Tepoli fue la encargada de dar a probar a los invitados sus refrescantes bebidas en la terraza del restaurante.
Los anfitriones se lucieron con una cata dirigida por el enólogo oficial del viñedo, Abisaí Vargas quien explicó de manera asequible las notas de cada uno de los vinos que probaron, entres los que destacó su premiado Syrah.
Antes de degustar los exquisitos platillos, el secretario de turismo, Juan José Álvarez Brunel, dio la bienvenida al evento resaltando el gran trabajo que ha hecho Viñedo San Miguel para poner en alto el nombre de Guanajuato en la escena vitivinícola nacional.
Posteriormente, acompañado por Javier Valverde, director general de Desarrollo Turístico, los señores Héctor y Francisco Cuadra; Jorge Solís, director del viñedo, David Quevedo, chef de trasiego y Consuelo Venancio, cocinera tradicional otomí, llevaron a cabo el ritual de la tortilla ceremonial para inaugurar el que se considera el sello ceremonial más grande del mundo y que plasmó el nombre del viñedo sobre una tortilla hecha por las autoridades.
A continuación fue servido el exquisito menú que consistió en una entrada de hoja de Malbec rellena de steak con aceite del Vinetum La Toscana, como segundo tiempo tosta ceremonial con escabeche de huitlacoche criollo y de plato fuerte cochinillo en espejo de jugo de carne y puré de coliflor acompañado de ensalada.
Después de disfrutar del delicioso mousse de la cava de Pancho con fermentado de garambullo, los asistentes abrieron la pista bailando al ritmo de todo tipo de música.
El festejo se extendió por varias horas en las que no dejó de sentirse un ambiente divertido y festivo, entre amigos, copas y como escenario el atardecer sobre los viñedos.
Para que nadie se fuera con el estómago vacío, se sirvió el menú trasnochado que consistió en tortas de cochinita pibil que terminaron de poner el sabor perfecto para una fiesta en la que se celebró la vid.