CON TODO y que el hasta ayer secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, dijo que su renuncia fue para incorporarse al equipo de Claudia Sheinbaum, quienes lo conocen de cerca confirman que sí buscará la Jefatura de Gobierno en las elecciones del próximo año.
MÁS ALLÁ de que la dimisión ocurrió justo el último día que tenía de plazo para separarse de su cargo público y poder aspirar a un puesto de elección popular, el hecho es que su ex jefa en el gobierno de la CDMX sí le pidió que compitiera en la interna morenista.
NADA MÁS que también le ordenó mantener bajo perfil, no dar entrevistas y sobre todo no decir abiertamente sus intenciones para no robarle protagonismo al discurso que Sheinbaum dará hoy en la sesión del Consejo Nacional de su partido.
SEGÚN cuentan, la corcholata destapada busca mandar un mensaje fuerte sobre la necesidad de recuperar la esencia del movimiento y no desviarse en el camino.
Y COMO que el concepto no iba a quedar muy claro si lo hacía mientras apoyaba abiertamente la candidatura de alguien que, como García Harfuch, no es militante activo de Morena. ¡Ups!
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HABRÁ perdido la candidatura a la gubernatura de Chiapas, pero el director del IMSS, Zoé Robledo, recibirá un premio de consolación nada despreciable.
Y ES QUE la mayor parte de los más de 100 mil millones de pesos que Hacienda pretende recortarle el año que entra al presupuesto de la Secretaría de Salud serán reasignados al programa IMSS-Bienestar.
EN LOS HECHOS, Robledo manejará más recursos y personal que el secretario de Salud, Jorge Alcocer, quien confirmará su estatus de florero allá en las oficinas “descentralizadas” de la dependencia en Acapulco.
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TRONÁNDOSE los dedos andan algunos morenistas ante lo que pudiera ocurrir mañana tras el anuncio que hará Marcelo Ebrard sobre su futuro político inmediato.
Y ES QUE, después de sacar la calculadora, se dieron cuenta de que si todos los diputados federales que apoyaron al ex canciller en sus aspiraciones presidenciales deciden declararse independientes, les podrían complicar, y mucho, el fin de la actual legislatura.
EL HECHO es que Ebrard tiene simpatizantes en Morena, en el PVEM e incluso en el PT, lo que podría poner en peligro la mayoría que necesitan los cuatroteístas para aprobar reformas legales o leyes nuevas.
LA PREGUNTA es si todos los que ondearon la bandera del ebrardismo lo seguirán, a donde quiera que vaya, o decidirán abandonarlo para sumarse a la cargada sheinbaumista.
Gsz