Estambul.-Un espeleólogo estadounidense “evoluciona bien” en un hospital turco, dijeron funcionarios ayer, después que los rescatistas lo sacaron de una cueva donde pasó una semana a mil bajo tierra, atrapado y gravemente enfermo.
Rescatistas de Turquía y toda Europa recibieron con aplausos y gritos de júbilo a Mark Dickey, de 40 años, cuando salió de la cueva Morca en los montes Tauro del sur de Turquía, sujeto a una camilla, a las 12:37 a.m. ayer. Un helicóptero lo transportó a un hospital en la ciudad vecina de Mersin.
Dickey sufrió una hemorragia estomacal el 2 de septiembre. Aún se desconoce la causa.
Tendido en la camilla y rodeado de periodistas poco después de su rescate, dijo que durante nueve días vivió una loca, loca aventura.
“Es increíble estar otra vez en la superficie”, dijo. Conocido espeleólogo y rescatista que ha participado en muchas expediciones internacionales, Dickey agradeció a las organizaciones internacionales de la especialidad, en particular a los turcos y húngaros.
Dickey, oriundo de Croton-on-Hudson, Nueva York, participaba de una expedición para levantar un plano de Morca, la tercera cueva más profunda de Turquía, cuando se enfermó. Estaba demasiado débil para salir por sus propios medios, y equipos de rescate de toda Europa realizaron una operación audaz para elevarlo a través de las secciones verticales y navegar el barro y el agua en temperaturas bajas en las secciones horizontales.
Fue necesario ampliar algunos pasajes estrechos, elevarlo por medio de sogas atado a una camilla en los túneles verticales y crear campamentos temporarios por el camino.
Participaron de la operación unos 190 expertos, entre médicos, paramédicos y espeleólogos, de Bulgaria, Croacia, Hungría, Italia, Polonia y Turquía. Equipos integrados por un médico y tres o cuatro rescatistas se turnaron para acompañarlo en todo momento.
Gsz