Como todos los años cuando se aproxima una elección presidencial, los analistas políticos en Estados Unidos recorren la lista de preguntas acostumbradas. Una pregunta central es cómo se comportará el creciente electorado hispano.

Hoy se publica una encuesta fascinante. Una auténtica radiografía.

El sondeo que levantó Univisión, bajo la batuta del especialista Sergio García-Ríos, de la universidad de Texas en Austin, es la muestra más grande que existe hasta el momento de los votantes latinos en 2023 y rumbo a la elección presidencial del 2024. Arroja varias conclusiones fascinantes.

La primera de ellas es que los votantes latinos se parecen cada vez más a los votantes estadounidenses. La agenda de intereses latinos ya no se limita (aunque en realidad nunca se ha limitado, realmente) a asuntos supuestamente propios de la agenda hispana, como la migración. En la encuesta de García-Ríos, los temas prioritarios para los hispanos son muy parecidos a los que preocupan al electorado estadounidense en general. Por ejemplo, la inflación y el costo de los servicios de salud y la vivienda ocupan tres de los primeros cinco lugares en lista de asuntos prioritarios. Es interesante que el segundo tema que preocupa particularmente a los hispanos es la violencia con las armas de fuego, alarma que ha aumentado considerablemente en los últimos cuatro años, quizá como producto directo de la conmoción profunda que dejó la matanza de 19 niños y dos maestras en Uvalde, Texas. No es coincidencia que 78% de los hispanos en el sondeo digan respaldar una nueva prohibición de armas de asalto en Estados Unidos.

También vale la pena subrayar que a los hispanos les importa cada vez más el cambio climático. En cuanto a migración, más latinos dicen estar pensando en la seguridad fronteriza antes que los derechos de los inmigrantes como prioridad de política pública.

En general, los hispanos se dicen insatisfechos con el rumbo del país. Pero es importante que, lejos de culpar específicamente a un partido o a otro, señalan como responsables a los dos partidos. En la encuesta, además, los hispanos confiesan que no se sienten escuchados ni por demócratas, ni por republicanos, una queja que tiene ya tiempo y que ninguno de los dos partidos ha sabido resolver. Ahí hay una oportunidad importante para quien sepa detectarla, como ocurrió, a su manera, con Bernie Sanders en la campaña del 2016, cuando consiguió acercarse a los hispanos en varios partes del país, gracias a una campaña sensible a la agenda y las preocupaciones de la comunidad.

¿Cómo aterriza todo esto en función de la elección presidencial del año que viene y las primarias del partido republicano que están en marcha? En la encuesta, los hispanos republicanos respaldan de manera clara a Donald Trump para ser el candidato presidencial del partido. 50% dice que votaría por él. Un dato notable es que el segundo lugar en respuestas entre los votantes latinos potenciales no lo ocupa otro de los candidatos, sino más bien los indecisos: 13 % dice que no sabe todavía por quien votará, pero García-Ríos asegura que al menos la mitad de ese 13% seguramente terminará votando por Trump.

¿Ese apoyo tan abrumador entre sus votantes se traduce en un respaldo más amplio pensando en la campaña presidencial que enfrentará a Trump con Biden? No necesariamente. En la encuesta que publica hoy Univision 58% de los votantes dice que sufragaría por el presidente Biden, mientras que el 31% lo haría por Trump. Resta Un 11% de indecisos. Aunque todavía es posible que Donald Trump tenga números muy positivos con los hispanos el año que viene, para lograrlo tendría que convencer a casi todos los que conforman ese 11% que aún no decide su voto. Es posible, pero no probable. Lo cierto es que, aunque los republicanos han avanzado en ciertas zonas del país con los votantes latinos -como en Florida o, en menor medida, el sur de Texas- el partido demócrata todavía mantiene una ventaja considerable.

Eso no quiere decir que no haya áreas de oportunidades para los republicanos, sobre todo tomando en cuenta que la economía es un asunto central para los hispanos. Será particularmente interesante analizar cuál es la estrategia de acercamiento con la comunidad hispana que propone la campaña de Donald Trump. Por lo pronto, la campaña del presidente Biden tomó una decisión central, que seguramente le resultará redituable el año que viene: nombró como coordinadora de campaña a Julie Chávez Rodríguez, nieta de César Chávez, el activista en defensa de los trabajadores del campo que hiciera historia décadas atrás. Cuando la entrevisté hace algunas semanas, Chávez Rodríguez me aseguró que la campaña había aprendido la lección de los errores cometidos con la comunidad hispana y que atendería cabalmente sus prioridades.

Está por verse si así es, pero por lo pronto los hispanos una vez más dará. un golpe en la mesa para exigir que se les trate con respeto y atención, y que se comprenda que son mucho más que una comunidad obsesionada con un solo tema. Quien pueda entender a tiempo su sofisticación será dueño de buena parte del futuro político en Estados Unidos.

 

@LeonKrauze 

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