Agustín de Iturbide, pagó caro sus errores políticos tras disolver el Congreso e imponer un gobierno opresor, primero sus seguidores lo abandonaron, después tuvo que dimitir a la Corona y finalmente fue fusilado.
Detalles de su vida y decisiones que han sido cuestionadas a través de la historia se charlaron durante el conversatorio del Archivo Histórico Municipal a cargo de los investigadores Artemio Guzmán López y Joaquín E. Espinosa Aguirre.
El héroe, a quien se le acredita la consumación de la independencia del país el 27 de septiembre de 1821, ha sido también considerado como un villano violento.
Joaquín E. Espinosa Aguirre, explicó que esto se debe a tres acontecimientos específicos de su vida; Era un hombre de familia acomodada, ingresó a las fuerzas armadas y se casó con Ana María Huarte, una mujer adinerada.
“Sabía que siendo militar podría ascender rápidamente socialmente, tuvo una carrera meteórica e igualmente fue su caída. Ofreció sus servicios directamente al Virrey en turno. Se saltó a sus superiores. Combatió con violencia y saña contra todos los insurgentes: Hidalgo, Morelos, Allende e inclusive detuvo al rebelde Albino García y pasó de soldado a ser el emperador de México. Se acabaron más de 10 años de lucha estéril”.
Espinosa Aguirre agregó que además se cambió de bandos.
“De contrainsurgente pasó a liderar los anhelos de muchos rebeldes, especialmente de los criollos, y encabezar el Ejército Trigarante. Fue un hombre con claroscuros”.
“Agustín de Iturbide, fue héroe de los conservadores e ídolo de la Iglesia Católica que lo llamaba Padre de la Patria, pero que terminó saliendo por la puerta de atrás”.
Agustín de Iturbide fue ejecutado en Tamaulipas y su amigo, Anastasio Bustamante, trajo a México sus restos mortales, los honró y están depositados en Catedral Metropolitana.
“Es una figura olvidada, hay pocas estatuas. La que pusieron en San José Iturbide en ese municipio desapareció al poco tiempo”, dijo el historiador Joaquín E. Espinosa.
‘El que a hierro mata a hierro muere’
Por su parte, el doctor en historia Artemio Guzmán López, aceptó que fue un personaje cruel y sanguinario.
“Iturbide alcanza su gran victoria militar el 5 de junio de 1812 en Valle de Santiago, cuando detuvo y ejecutó al bárbaro insurgente Albino García, al cual mandó descuartizar y logra el primer grado de Teniente Coronel”, comentó.
“Se recordará que Agustín asciende a Emperador, por el acuerdo del Plan de Iguala y el Tratado de Córdova firmado el 22 mayo de 1822 por Iturbide y Juan de Odonjú, un reinado breve 18221-1823 y abdica 29 marzo de 1823. Dio pasó a la formación de la República, a la naciente nación”
Guanajuato, su escondite
Guzmán López mencionó que fue en el estado de Guanajuato donde Iturbide tenía su sitio de encuentro y fieles impulsores de sus planes de la consumación libertaria, como: Luis De Cortázar, Anastasio Bustamante y Francisco de Paula.
“Durante su estancia en Guanajuato, Iturbide determina la reanudación de la Casa de la Moneda en el estado a fin de aprovechar la plata de las minas y fortalecer recursos para la lucha trigarante. Además, en Guanajuato se proclama 1821 el hecho histórico”.
Estimó Guzmán López que a Iturbide, le quedó grande el saco de emperador, pero hizo lo que pudo, aunque pudo haber sido soberbio al no dejarse asesorar.
“No fue un emperador con alcurnia, se le nombró Emperador del Imperio Mexicano el 22 mayo de 1822 y abdica 19 marzo de 1823, tras el plan de Casa Mata”.
Reconoció el conferencista, los cambios de bando y pensamientos de Agustín I, finalmente se convierte en consumador de la Independencia con otras figuras como Vicente Guerrero.
“Durante su exilio a México (1816-1820), tras quedar desprotegido del Virrey Félix María Calleja en México, se relaciona con la “Güera Rodríguez”, con la élite de esa época y el clero. Idea su retorno y se convierte en ese personaje controversial hasta hoy día”, señaló el historiador Artemio Guzmán.