Estocolmo.- Dos científicos ganaron hoy el premio Nobel de Medicina por descubrimientos que permitieron el desarrollo de vacunas efectivas ARNm contra el COVID-19 que fueron claves para frenar la pandemia, una tecnología que podría algún día ser usada para combatir el cáncer y otras enfermedades.
La húngara-estadounidense Katalin Karikó y el estadounidense Drew Weissman fueron citados por contribuir “a la tasa sin precedentes de desarrollo de vacunas durante una de las mayores amenazas a la salud humana en los tiempos modernos”, señaló la comisión que otorgó el premio en Estocolmo.
El panel dijo que los innovadores hallazgos de ambos científicos han cambiado de forma fundamental nuestra comprensión de cómo el ARNm interacciona con nuestro sistema inmune.
Generalmente, la producción de vacunas requería cultivar virus o fragmentos de virus, y luego purificarlos antes de avanzar a la siguiente etapa. La estrategia del ARN mensajero es radicalmente diferente. Comienza con un fragmento de código genético que lleva instrucciones para fabricar proteínas. Al escoger la proteína adecuada del virus a atacar, el cuerpo se convierte en una fábrica de vacunas en miniatura.
En experimentos tempranos con animales, la simple inyección de ARNm hecho en el laboratorio desataba una reacción que lo destruía. Esas dificultades iniciales llevaron a muchos a perder esperanzas:
“Prácticamente todo el mundo se dio por vencido”, dijo Weissman.
Pero Karikó, profesora de la Universidad de Szeged, en Hungría, y profesora adjunta en la Universidad de Pensilvania, y Weissman, de la Universidad de Pensilvania, aplicaron una minúscula modificación a los ingredientes ARN que lo hicieron lo suficiente engañoso como para burlar las defensas inmunológicas.
Karikó, de 68 años, es la 13ra mujer en ganar el Nobel de Medicina. Fue vicepresidenta de BioNTech, que se asoció con Pfizer para producir una de las vacunas contra el COVID-19. Karikó y Weissman, de 64, se conocieron de casualidad en la década de 1990 cuando fotocopiaban monografías, relató Karikó a The Associated Press.
¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LAS VACUNAS ARNM?
El doctor Paul Hunter, profesor de Medicina en la Universidad británica de East Anglia, describió las vacunas de ARNm como un cambio trascendental para combatir la pandemia del coronavirus, y dijo que habían salvado millones de vidas.
“Sin las vacunas del ARNm, ahora apenas estaríamos saliendo de las profundidades del COVID”, añadió Hunter.
John Tregoning, del Imperial College de Londres, llamó a Karikó “una de las científicas más inspiradoras que he conocido”. Su trabajo con Weissman “muestra la importancia de la investigación básica y fundamental para hallar soluciones a los problemas sociales más apremiantes”, declaró.
Las investigaciones que los dos médicos hicieron sobre ARNm se combinaron con otros dos descubrimientos científicos para crear la vacuna contra el COVID-19. Científicos en Canadá desarrollaron una capa grasosa que le permitía al mRNA infiltrarse en las células y actuar. Y estudios anteriores de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos mostraron cómo estabilizar el pico proteínico del coronavirus que el ARNm debía transportar.
El doctor Bharat Pankhania, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Exeter, dijo que en el futuro, la tecnología podría utilizarse para refinar vacunas para otras enfermedades como el ébola, la malaria y el dengue, y quizá podría emplearse también para inmunizar a la gente contra algunas clases de cáncer y enfermedades autoinmunes como el lupus.
Peter Maybarduk, del grupo activista Public Citizen en Washington, aplaudió el reconocimiento a las vacunas ARNm, pero dijo que el premio debe ser profundamente vergonzoso para los países occidentales.
Esta es una tecnología que debía estar disponible para toda la humanidad, pero se hizo accesible casi exclusivamente para los países más ricos del mundo”, aseveró, añadiendo que gran parte del financiamiento que llevó al desarrollo de la tecnología vino de fondos públicos estadounidenses.
¿CÓMO REACCIONARON KARIKÓ Y WEISSMAN?
El futuro es increíble, declaró Weissman. Llevábamos años pensando en todo lo que podríamos hacer con ARN, y ahora está aquí.
Karikó dijo que su esposo fue el que respondió al teléfono cuando llegó la llamada temprano en la mañana, y que se lo pasó a ella para que ella reciba directamente la noticia. Y Karikó fue la que le avisó a Weissman, ya que lo llamó antes de que llamara el comité del Nobel.
Ambos científicos pensaron primero que se trataba de una broma, hasta que vieron el anuncio oficial.
“Estuve muy sorprendida, pero me siento muy feliz”, expresó Karikó.
Los dos han colaborado durante décadas: Karikó se concentraba en el ARN mientras que Weissman se enfocaba en el aspecto inmunológico. “Nos educamos el uno al otro”, dijo Karikó.
Antes del COVID-19 ya se estaban probando vacunas de ARN mensajero para otras enfermedades como el zika, la gripe y la rabia, pero la pandemia llevó más atención a ese método, explicó la investigadora. Ahora, los científicos están tratando de usar ARNm para el cáncer, las alergias y otras genéticas, dijo Weissman.
La tecnología se ha venido desarrollando durante años, pero esto la dará más reconocimiento al ARN, expresó Weissman.
La familia de Karikó no es ajena a los premios. Su hija, Susan Francia, ha ganado dos medallas olímpicas de oro por remos, al competir para Estados Unidos.
Los premios incluyen un pago en efectivo de 11 millones de coronas suecas (1 millón de dólares), que proceden de un fondo dejado por el creador del premio, el inventor sueco Alfred Nobel, fallecido en 1896. Los laureados son invitados a recibir sus galardones en ceremonias el 10 de diciembre, el aniversario de la muerte de Nobel.
Los anuncios de los Nobel continúan esta semana con el premio de física mañana, el de química el miércoles y el de literatura el jueves. El Nobel de la Paz se anunciará el viernes y el de economía el 9 de octubre.
Gsz