Ciudad de México.- Primero vetaron a las farmaceúticas, después recurrieron a la ONU, luego lo asignaron al Insabi, también militarizaron la compra y distribución de medicinas desde Birmex, después se lo dieron al IMSS-Bienestar… y finalmente empresas privadas van a repartir las medicinas.

La paraestatal Birmex contrató a dos empresas privadas que se han convertido en las grandes beneficiarias de este sexenio, para que distribuyan los medicamentos y material de curación del IMSS en los últimos tres meses del año.

Almacenaje y Distribución Avior y Médica Farma Arcar ganaron el 29 de septiembre contratos de Birmex que suman 793 millones de pesos, con IVA, para repartir hasta 238 millones de piezas de medicamentos y hasta 298 mil empaques o envases de material de curación.

La distribución se hará en las 36 delegaciones locales, las 25 unidades médicas de alta especialidad y el almacén general del IMSS.

Los contratos fueron asignados luego de una invitación restringida a cuatro empresas, proceso desahogado por Birmex en diez días.

Avior, que forma parte del grupo de transportes Traxión, ya había obtenido otro contrato de Birmex de 117 millones de pesos, por adjudicación directa, para distribuir a las cárceles federales, los institutos nacionales de salud y 16 hospitales y centros de la Secretaria de Salud federal, entre finales de mayo y el cierre de 2023. 

En mayo de 2022, el IMSS contrató a Avior y Arcar por casi mil 400 millones de pesos, mientras que en la misma fecha, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) las contrató por 96 millones de pesos adicionales. 

Ahora, la novedad es la intermediación de Birmex, a la cual el gobierno ha intentado convertir sin éxito en la gran distribuidora de medicamentos y materiales de curación del sector salud.

De hecho, en la licitación de mayo de 2022 del IMSS, Birmex compitió con la idea de manejar el reparto en la Ciudad de México y el Estado de México, pero su oferta fue rechazada por insolvencia en casi todos los aspectos necesarios para el contrato.

Hasta 2018, el IMSS realizaba las compras consolidadas de medicamentos y material de curación de todo el sector salud, contratos que incluían la distribución, pero con tres empresas que fueron vetadas en 2019 por el Presidente Andrés Manuel López Obrador acusando que eran un monopolio.

A partir de entonces, se separó la compra de insumos de la distribución, y van cuatro dependencias distintas que se hacen cargo, pues el tema ha estado en manos de la Secretaria de Hacienda, la Oficina de Servicios para Proyectos de Naciones Unidas (UNOPS), y hasta hace poco el Insabi, que esta en proceso de extinción.

El nuevo IMSS-Bienestar reemplazará al Insabi en servicios de salud, pero bajó el perfil en cuanto a adquisición de medicamentos, pues su Coordinación de Abasto ya no tiene facultad para controlar compras consolidadas, como la tenía el Insabi.

La semana pasada, Lopez Obrador anunció que Birmex y la Cofepris firmaron un convenio para implementar el Almacen Nacional de Medicamentos, una “mega farmacia” que es su nueva propuesta para lidiar con el desabasto que ha prevalecido en este sexenio.

Gsz

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