El proceso interno para saber quién será la candidata del PAN para la gubernatura del estado está en inminente estado de definición; a medida que pasa el tiempo, las fechas y los plazos se van cumpliendo, y para Alejandra Gutiérrez, la alcaldesa de nuestra ciudad y una de las más firmes aspirantes, el día de mañana se vence el plazo para que presente su carta intención de reelegirse para otro periodo como Presidenta Municipal.

A lo largo del último año hemos presenciado un proceso lleno de jaloneos internos en el PAN, en donde se han definido claramente que el oficialismo promueve a la Secretaria de Desarrollo Social, como su preferida para encabezar la candidatura de su partido, promoción que se ha cimentado en el ejercicio del presupuesto, presentado en eventos multitudinarios para entregar apoyos a lo largo del estado, lo que significa un proceso totalmente desigual.

De manera simultánea, también se ha llevado a cabo una operación interna para buscar “bajar” de sus aspiraciones a la alcaldesa de León, con estrategias que van desde pláticas de “convencimiento” que han sido inútiles, hasta mucho más allá…

La capacidad de la licenciada Alejandra para aguantar la furia desatada por el fuego amigo, ha sido admirable y digna de reconocerse y agradecerse, algo que no hubiera logrado si no tuviera ese carácter firme, esa trayectoria transparente, esa lealtad con su equipo y esta empatía con la gente, que ha construido a lo largo de su carrera.

Su tenacidad y conocimiento no solo de León sino de todo Guanajuato, ha puesto en jaque a quienes pensaban que no tenía los tamaños para llegar hasta donde hoy está, sobre todo porque sus detractores saben que, si se aplicaran reglas democráticas internas, ella podría ser la beneficiada de la confianza de los panistas para encabezar la candidatura.

La elección del próximo año estará muy cerrada, las encuestas serias así lo dicen, de manera que alargar un pleito interno solo beneficiará a Morena, por lo que debe prevalecer la sensatez, la madurez y la visión de largo plazo, pues por ningún motivo Alejandra Gutiérrez puede permitirse que ni siquiera se le insinúe a ella como un factor que pudiera haber propiciado la división o incluso una eventual derrota.

Alejandra Gutiérrez es una ganadora por haber logrado llevar el proceso hasta donde está hoy, haber desafiado a su partido en busca de democracia interna combatiendo la imposición, es algo que debe reconocerse. Su contrapeso y gallardía la ha mostrado como una mujer que lucha por sus ideales y sus convicciones, logrando el establecimiento de una mesa política abriendo el espacio para la negociación y el diálogo.

Pero llega el momento en que la encrucijada obliga a tomar el camino correcto, que debe ser el de escuchar a la sociedad y reelegirse por León y mantener así un proyecto de consolidación de su Administración, misma que dejará un legado que será recordado positivamente por las y los leoneses, y dormirá con la conciencia tranquila cobijada con el cariño de su pueblo, al haber sido una presidenta que cumplió y que sin duda estará lista para lo que venga.

Seguramente la licenciada Alejandra presentará su carta intención de reelegirse, misma que debe llegar acompañada de una libertad absoluta para elegir a su planilla y su voz deberá ser escuchada en cuanto a los diputados locales por León. Quien esto escribe no presentaré carta de reelección; el próximo trienio habrá otro primer síndico, seguramente más capaz y que cometerá menos errores, pero dudo que vaya a ser alguien que le entregue mayor lealtad.

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