Ciudad de México.- Las bolsas de valores y mercados financieros en América Latina abrieron a la baja este lunes. Es la primera consecuencia, en el terreno económico, de la aversión al riesgo con la que inversionistas globales reaccionaron al sorpresivo ataque de Hamás en Israel este fin de semana. Ante un incremento en los precios del petróleo, las economías de América Latina afrontan el riesgo de un aumento de la inflación, mientras que el temor a una recesión en Estados Unidos y China puede tener un impacto negativo en el crecimiento de la región.
Las monedas latinoamericanas se han depreciado frente al dólar el lunes por la mañana debido a que algunos inversionistas vendieron activos en los países de la región a manera de prevención por la incertidumbre que generó el ataque de Hamás. Dos economías exportadoras netas de petróleo, Brasil y Colombia, se verán beneficiadas del incremento en el precio generado por el conflicto en Israel. Otros países productores como México, sin embargo, no verán una ganancia neta ya que, en el balance final, son importadores de petrolíferos.
El conflicto escaló rápidamente a “guerra”, según el propio primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lo que ha generado temores de que pudiera contagiarse a otros países de oriente medio, región clave en la producción y comercio del combustible. A escala mundial, la subida en el precio del petróleo se traducirá en un aumento del costo de vida y de la volatilidad, explica Alfredo Coutino, analista especializado en la región de la firma Moody’s Analytics.
“De no llegarse a una a una negociación rápida, tendremos un precio del petróleo alrededor de los 100 por barril y eso ya es un elemento muy negativo para las principales locomotoras del mundo, como Estados Unidos y China”, asegura el especialista en conversación telefónica desde Washington. EE UU es el principal comprador de productos mexicanos y centroamericanos, mientras China es el principal importador de bienes y materias primas de países sudamericanos.
“En el caso de los Estados Unidos, cuando el precio del petróleo se acerca a los 100 y se mantiene por un periodo, eso en el pasado ha sido un síntoma de que la economía se va a enfilar a una recesión”, señala Coutino. Por su parte, el gerente general del Banco de Pagos Internacionales, Agustín Carstens, respondió a una pregunta de un periodista el domingo sobre los riesgos a escala global. “Es demasiado pronto para decir”, contestó, de acuerdo con la agencia Reuters.
El conflicto se desarrolla en Oriente Próximo y puede alterar los flujos de comercio de petróleo en la región además de entrañar el riesgo de afectar a otros países. En este contexto, el WTI arrancó la semana con una ganancia del 4% cotizando en 86,15 dólares por barril, mientras que el brent avanza un 3.91% a un precio de 87,89 dólares por barril, según datos de Banco Base “Las tensiones en Oriente Medio pueden incrementarse”, advirtió en un reporte Gabriela Siller, directora de análisis de la firma en México, “ya que EE UU ha enviado apoyo militar a Israel y se especula que funcionarios de seguridad de Irán ayudaron a planificar el ataque sorpresa de Hamás del fin de semana… Las ganancias del precio del petróleo tienen un efecto mínimo en el mercado cambiario en donde predomina la aversión al riesgo”.
“Por lo pronto, este es un conflicto muy focalizado, entre dos partes. En ese sentido podemos tener esperanzas de que esto no genere un efecto negativo importante en el resto del mundo, y particularmente en América Latina”, dice Countino. La caída en los mercados financieros no ha sido “virulenta”, opina el especialista, “y eso es porque el hecho de que sea un conflicto, hasta ahora, contenido, está siendo considerado por los mercados financieros. Todavía sigue habiendo la esperanza de que el conflicto no va a trascender, o al menos no vaya a tener una duración que pueda afectar a la economía del resto del mundo”.
JFF