Las empresas petroleras Repsol, BP, Chevron, entre otras, han desistido en su intención de buscar oro negro en México. En lo que va del año, al menos unas 16 empresas han iniciado el procedimiento de terminación anticipada de su contrato de exploración ante la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Las petroleras, que desembarcaron en territorio mexicano en 2014 de la mano de la reforma energética que abrió la posibilidad de invertir a privados en exploración y producción de hidrocarburos, han culminado casi una década después en devoluciones parciales y renuncias de los bloques adjudicados.
En la más reciente sesión de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, el jueves pasado, el órgano regulador autorizó la devolución de un área en manos de Calicanto Oil&Gas así como de un bloque adjudicado al consorcio formado por BP Exploration México, Equinor Upstream y TotalEnergies México. El órgano regulador energético también aprobó la renuncia anticipada de dos áreas contractuales de la española Repsol.
En la sesión se detalló que, en el caso de Calicanto, aunque la empresa tenía protestad para explorar una área de 10,5 kilómetros en las costas de Tabasco por 25 años a partir de 2016, en julio de 2023 el contratista notificó su renuncia de las áreas adjudicadas. En el caso de la petrolera española, Repsol, ellos desistieron de dos contratos con vigencia de 30 años y un área conjunta de 1.625 kilómetros cuadrados en la cuenca de Burgos, en el golfo de México.
El consorcio formado por la británica BP, la francesa TotalEnergies y la noruega Equinor, firmó un contrato en marzo de 2017 con una vigencia de 35 años para exploración en la Cuenca Salina en un área de 2.381 kilómetros cuadrados. En este caso, los comisionados refirieron que las empresas fueron multadas con una multa de 42,2 millones de dólares por no cumplir con programa mínimo de trabajo. “Durante este año tuvimos varias reuniones con las empresas que operan en este contrato y, finalmente, ellos aceptaron pagar la pena al Fondo Mexicano del Petróleo y ni modo, ya no fue posible continuar”, comentó durante la sesión el presidente de la CNH, Agustín Díaz.
Estas petroleras se suman a un listado previo que ha venido abandonado los campos petroleros licitados, principalmente, en el golfo de México: Eni, China Offshore Oil Corporation, Capricorn Energy, Pantera Exploración y Producción, Caligari México, entre otras empresas, han decidido apostar por otras vetas de petróleo antes que México.
Gonzalo Monroy, director general de la consultora energética GMEC, explica que las petroleras que llegaron a México, de la mano de la apertura energética del sexenio anterior, buscaban desvelar si el potencial de hidrocarburos de EE UU se extendía al lado mexicano y con ello el potencial de explotar petróleo ligero. “Se hicieron esas campañas de exploración durante los años de 2016 hasta 2020 y ahí nos dimos cuenta de que México sí tiene petróleo, pero no en las cantidades que sea competitivo con otras áreas. México no tenían los recursos geológicos para atraer tanto interés”, refiere.
El especialista añade que el mercado petrolero mundial cambió en 2020 cuando, prácticamente, toda la inversión mundial en hidrocarburos se secó. “Ya no hay prácticamente interés allá afuera en el mercado internacional para venir a México a invertir, en aguas profundas es muy posible que ese famoso tesorito de aguas profundas, pues simplemente se quede ahí abajo en la tierra”, zanja.
Desde el inicio de esta Administración, las rondas petroleras para la adjudicación de nuevas áreas a privados fueron interrumpidas, mientras la producción de la petrolera estatal Pemex sigue estancada, apenas por encima de los 1,6 millones de barriles diarios, según los datos de la CNH. En su más reciente comparecencia, el director de Pemex, Octavio Ramírez Oropeza, pronosticó que al cierre de 2024 la producción petrolera cerrará en 1,8 millones de barriles por día, una meta alejada de los más de dos millones de barriles diarios proyectados al inicio de este mandato.
JFF