Mummenschanz estaba anunciado en el Festival Internacional Cervantino como un espectáculo para niños, pero a los adultos les encantó. Tanto, que la mitad del público lo aplaudió de pie durante un buen rato. 

Este espectáculo de la compañía suiza dirigida por Floriana Frassetto, es un dechado de genialidad y creatividad para entretener, divertir sin pronunciar una sola palabra ni necesidad de escenario. De lo mejor de las artes escénicas que se ha presentado en esta edición 51 del Festival internacional Cervantino. 

Los más sencillos materiales forman parte de la producción de Mummenschanz. Foto: Gabriel Morales FIC. 

Consistió en un conjunto de flashes de figuras hechas con materiales tan simples como plástico, elásticos, tela, papel aluminio, o alambres flexibles forrados con algún otro material sintético. 

Docenas de flashes de figuras como peces, líneas humanas, anémonas traviesas. Un gran ingenio que se valió del escenario a oscuras y muchos juegos de luces para hacer aparecer y desaparecer enormes ojos y labios. 

De pequeños sketches ya sea de actores, acróbatas por algunos momentos, con todo tipo de grandes figuras figuras humanoides formadas de papel aluminado.

Divertidas creaturas aparecieron en el escenario. Foto: Gabriel Morales FIC.

Una gran inventiva para hacer aparecer un enorme corazón hecho de globo, que se transforma en un rostro de gestos caprichosos. U otro enorme globo, semejando el mar, con un barquito encima. O de hacer dos enormes rostros de hombre y mujer, hechos solo de un plástico ligerísimo que con el aire se torna en figuras humanas.

De la increíble habilidad de dos actores con máscaras de plastilina que formaron con sus propias manos, en segundos, las más diversas caras: de chimpancés, de arlequín, y de lo que se le ocurra.

Un escenario completamente a oscuras fue lo que bastó para que sucediera la magia. Foto: Gabriel Morales FIC.

El acto culminante fue cuando dos grandes cilindros anillados flexibles que jugaban o competían entre sí, pasaron un enorme globo al público infantil que se encontraba en la primera fila y empezaron a “pelotearlo”. Muchos niños de las siguientes filas se levantaron en sus asientos para participar en el juego. 

Los tubos gigantes jugaron con los niños. Foto: Catalina Reyes. 

Y si alguien piensa que el papel de baño sirve solo para lo que fue hecho, se equivoca. En manos de Mummenschanz sirvió para representar diferentes actitudes humanas: presunción, llanto, alegría, tristeza, sorpresa. 

De esas ocasiones en que tanto el escenario como el Auditorio del Estado estuvo muy bien aprovechado por el Cervantino.

Mummenschanz encantó al público del Festival Internacional Cervantino. Foto: Gabriel Morales FIC.

Mummenschanz encantó al público del Festival Internacional Cervantino. Foto: Gabriel Morales FIC.

Mummenschanz encantó al público del Festival Internacional Cervantino. Foto: Gabriel Morales FIC.

Mummenschanz encantó al público del Festival Internacional Cervantino. Foto: Gabriel Morales FIC.

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