El Festival Internacional Cervantino bajó el telón de su edición número 51 y con él, también la programación del Circuito Cervantino que como cada año trajo espectáculos nacionales e internacionales a nuestra ciudad.
El domingo 29 quienes disfrutaban de un paseo dominical por el Parque Hidalgo, se toparon con la sorpresa del teatro callejero con el que el Cervantino se despidió de León.
La función estuvo a cargo de la compañía francesa Mystica Salvaje- La Salamandre”, quien presentó la danza performances “Hija de Hestia”.
A modo de escenario no había más que un círculo de gis dibujado en el suelo, que despertó la curiosidad de quienes transitaban por el lugar, invitándolos a acomodarse en cualquier lugar del espacio para presenciar el espectáculo que estaba a punto de suceder.
Se trató de una danza llena de elementos místicos, recordando principalmente a un ritual en el que estuvieron presentes los cuatro elementos, siendo el protagonista el fuego.
No fue casualidad, pues Hestia era la diosa griega del fuego sagrado que simbolizaba el hogar y esta danza presentó a un viejo sabio que invocaba los elementos y acompañaba a una figura femenina en un viaje de iniciación a la vida.
La música instrumental acompañó el baile que siempre integró al fuego y con el que los artistas demostraron su destreza acrobática. El anciano fue el primero en aparecer en escena y con elementos naturales y sus propias manos, creó la llama inicial que después alimentaría el resto del ritual.
Círculos en llamas rodeaban a los artistas y fuego girando alrededor de sí, fueron algunas de las maneras con las que se honró a la tierra y al poder de la naturaleza.
Al terminar su danza, los bailarines reafirmaron su mensaje con una explicació que era fácil de adivinar gracias a la energía y complicidad de los ejecutantes: “Es un performance sobre las mujeres: las madres, las hijas, las tías y los hombres que las soportan”, dejando tras de sí un ambiente de equidad y armonía.