Son tantas las ganas que trae de hacer el ridi en el escenario público nacional que el Gobernador de Nuevo León, Samuel García, adelantó su salida para el 12 de noviembre, dentro de 10 días. Ello, cuando pidió licencia de su cargo comenzando el 2 de diciembre, dentro de un mes.
Deja claro que le interesa muy poco gobernar su Estado, que lo que le interesa es concretar el pacto insano que tienen él y Dante Delgado con el Emperador Lopezuma para quitarle votos al Frente Amplio siguiendo la táctica vieja del “divide y vencerás”.
Como ropa vieja tira el Gobernador a los nuevoleoneses, comiendo ansias por acaparar los reflectores nacionales. Se larga, anticipadamente, a sabiendas de que el electorado NO ESTÁ DE ACUERDO con su ambición presidencial: nuestra encuesta reciente revela que más del 50 por ciento de la población SE OPONE a que busque la Presidencia.
Él prometió quedarse, ser Gobernador de tiempo completo y resolver los problemas del Estado, por una parte, pero por la otra pretende dejar a la persona menos experimentada y capaz de todo su Gabinete, Javier Navarro, un señor que como Secretario de Gobierno ha brillado por su ausencia e incapacidad en las relaciones con el Congreso.
Insulta que tanto su amanuense como el novato Gobernador afirmen que ellos decidirán quién lo sustituirá en su ausencia. Algo que se acabará dirimiendo en los tribunales: claramente la facultad de nombrar al sustituto en ausencia mayor a 30 días es del Congreso.
Si acaso Arturo Salinas, presidente con licencia del Tribunal Superior de Justicia -ya designado Gober Interino por el Congreso local-, no puede serlo por considerarse que representa a dos Poderes simultáneamente, entonces el Legislativo tendrá que nombrar a alguien más. Pero no le corresponde al Gobernador nombrar al Interino en su ausencia para la campaña. Sí lo puede hacer de aquí al 2 de diciembre, pero no después, cuando entre en efecto la licencia de SEIS MESES.
Sin duda deja Samuel una CRISIS de gobernabilidad, que se gesta con un importamadrismo jamás visto en los anales políticos de Nuevo León. Y se marcha por ambición personal, con absoluto DESDÉN hacia la responsabilidad que asumió al ser electo Gobernador.
Como hechas a la medida a estas circunstancias quedan las sabias palabras dichas ayer en la Universidad de Chicago por el ex Presidente Dr. Ernesto Zedillo, quien afirmó que le gustaría ver en México a un Presidente que NO MIENTA y QUE NO DIVIDA. “Un Presidente que no gobierne mintiendo a la gente, culpando a otros por sus propios errores”, dijo.
Todos sabemos que el Dr. Zedillo, un hombre respetable, quien fue un buen Presidente, honesto, capaz, y que sacó al País de un trance muy difícil (la quiebra de todo su sistema bancario), se refiere al Tlatoani macuspeño. Pero sus palabras le quedan a García como gorrito de organillero al chango, pues éste refleja los mismos vicios: MINTIÓ a los nuevoleoneses cuando en campaña aseguró que él no imitaría a su antecesor (“El Bronco”) buscando la Presidencia, que se quedaría a gobernar de tiempo completo. Igualmente, DIVIDE al Estado al arreciar un pleito intransigente con el Congreso local y los partidos políticos por ellos representados. E igual que el Tlatoani tabasqueño, García ha dividido a la sociedad nuevoleonesa al armar un pleito ENTRE PODERES y pretender con métodos legaloides y maniobras chanchulleras vulnerar las facultades del Congreso, ninguneándolo, pisoteándolo y faltándole el respeto.
Estamos de acuerdo en que los legisladores no son todos angelitos, pero de lo que hablamos es de la INSTITUCIÓN, no de las personas. La relación cordial y cooperativa que debe haber entre estos dos Poderes ha quedado destruida, parcialmente por culpa del QUE SE VA, quien con tal de doblar y someter al Poder Legislativo empleó contra sus integrantes tácticas que no pueden considerarse menos que gangsteriles, como vaciar camiones con basura frente a casas de familiares, reducirles o cortarles el agua, cerrarles sus negocios, propios, de allegados o familiares cercanos, amenazarlos con cárcel, y esto después de colmarlos de insultos y expresiones que no caben en la política institucional.
En suma: se va el señor, deja los TRASTES TIRADOS y al despedirse con un desdén majadero ¡PIDE QUE VOTEN POR ÉL!
Gsz