Foto de archivo del vehículo eléctrico autónomo Bolt de General Motors exhibido en Detroit, 16 de enero de 2019. Cruise, la unidad de vehículos autónomos de General Motors, ha suspendido las operaciones de vehículos sin conductor en todo el país después que los reguladores en California determinaron que los autos constituían un peligro para la seguridad pública, se informó el viernes 27 de octubre de 2023

Detroit.- La división Cruise de vehículos autónomos de General Motors ha retirado sus 950 modelos para actualizar el software, después de un auto arrastrase a una mujer por una calle de San Francisco a principios de octubre.

Una vez actualizados, los vehículos Cruise se quedarán inmóviles en situaciones similares, indicó la compañía el miércoles en documentos entregados a agencias reguladoras de seguridad estadounidenses.

El siniestro del 2 de octubre obligó a Cruise a suspender sus operaciones sin conductor en todo el país, después de que la agencia reguladora de California concluyera que los autos suponían un peligro para la seguridad pública. El Departamento de Vehículos de Motor de California revocó la licencia de Cruise, que le permitía transportar pasajeros sin conductores humanos por la ciudad de San Francisco.

En el choque, un conductor manejado por una persona golpeó a una transeúnte, lo que arrojó a la persona ante el vehículo autónomo. El Cruise se detuvo en un principio, pero después se detuvo a la derecha para apartarse del tráfico, lo que arrastró a la víctima unos seis metros (20 pies) hacia delante.

En sus documentos, Cruise dijo que ya había actualizado el software en los vehículos de prueba supervisados por conductores humanos de seguridad. La flota de modelos sin conductor recibirá el nuevo software antes de reanudar las operaciones, según la firma.

Cruise también ha probado un servicio de taxi en Los Ángeles, así como en ciudades como Phoenix y Austin, Texas.

En un comunicado el miércoles, Cruise dijo que había retirado los vehículos pese a determinar que sin la actualización, no se produciría otro siniestro similar con riesgo de lesión grave en entre 10 millones y 100 millones de millas.

Tras el accidente, Cruise contrató a un responsable de seguridad y encargó a una firma legal que revisara su respuesta al suceso del 2 de octubre, además de contratar a una firma de ingeniería externa para encontrar la causa técnica y priorizar la seguridad y la transparencia en toda la empresa, indicó la compañía.

Las autoridades reguladoras estadounidenses abrieron una pesquisa el 16 de octubre sobre cuatro reportes de casos en los que los vehículos de Cruise podrían no haber tomado las precauciones adecuadas en torno a peatones. Los reportes, que incluían dos heridos, afectaban a vehículos que operaban de forma autónoma y “se cernieron sobre peatones presentes o entrando en calzadas, incluidos pasos de peatones en las cercanías de la ruta de viaje de los vehículos”.

Aunque el Departamento de Vehículos de Motor no entró en detalles sobre los motivos de la suspensión de la licencia de Cruise, la agencia acusó a Cruise de dar información de seguridad engañosa sobre la tecnología autónoma de sus vehículos. La retirada seguía a una serie de incidentes que agravaron las preocupaciones sobre los riesgos y molestias provocadas por los taxis robóticos de Cruise.

El DVM y otros han acusado a Cruise de no compartir en un principio todas las imágenes de video del accidente, aunque la operadora de los taxis afirmó que había proporcionado toda la grabación a las autoridades estatales y federales.

JFF 

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