León, Guanajuato.- “No es una guerra, es un genocidio”, fue la consigna durante la marcha pacífica de esta tarde en apoyo del pueblo palestino. Participaron unas 50 personas, entre ciudadanos e integrantes de organizaciones locales por los derechos de niños, niñas y adolescentes, así como integrantes de Amnistía Internacional.

Con ello, León se sumó a una tendencia internacional donde ciudadanos de varias ciudades del mundo marchan para presionar a sus autoridades para aplicar sanciones contra el gobierno de Israel por un presunto uso desproporcionado de fuerza en contra de la población civil de Palestina, especialmente niños y niñas, así como por los de Israel.

Las y los manifestantes pidieron “Que el Gobierno del Estado y el del Municipio cesen todos los contratos que tienen con empresas israelíes, aunque sean de seguridad”, esto como un modo de presión al gobierno de Benjamín Netanyahu.

Y a la gente de León, que tomara conciencia de la situación que hay en la Franja de Gaza, con una población de 2 millones de personas, un poco mayor que la de este municipio, que está viviendo una situación de emergencia bajo bombardeos constantes y sin servicios básicos como agua, combustible, alimentos, electricidad y telecomunicaciones, de acuerdo a organizaciones de ayuda humanitaria. 

Entre los manifestantes estuvieron integrantes de la comunidad musulmana en León. “Salamaleico (saludo musulmán que significa ‘la paz esté con ustedes’) a todos los que vinieron a esta marcha, sepan que el mismo dios que mueve al pueblo de Issac y Jacob, es el que mueve a los católicos y los que hoy estamos aquí (musulmanes) haciendo un llamado a la paz, no solo en esa región, en todo el mundo, incluyendo México y Guanajuato, pues ciudades como León, Irapuato y Salamanca” registran violencia por los grupos delincuenciales, dijo Abu Ibrahim, un musulmán de origen mexicano.

Voces en León contra la guerra

Ciudadanos pidieron un alto al fuego también en el Estado. Fotos: Martha Silva.

En entrevista previa, afirmó que este conflicto no es de origen religioso o étnico, sino económico.

Otra musulmana, Rebeca Pérez, hizo un llamado a la unidad y la empatía, con un exhorto para que se rompa el paradigma de que todos los creyentes de esta religión son terroristas.

En tanto que Mariana Aguirre, integrante de Amnistía Internacional, llamó a los leoneses a firmar la petición de esa organización para un cese al fuego en los territorios ocupados por parte de ambos bandos, para que entre la ayuda humanitaria y empiece la negociación para la libertad de los ciudadanos israelíes secuestrados.

La marcha, organizada por el Centro de Promoción de los Derechos Humanos de Niñas, Niños y Adolescentes en Guanajuato -NIMA-, el Centro de Desarrollo Indígena Loyola, Amnistía Internacional y la Alianza Latinoamericana Antiapartheid, salió poco después de la 1 de tarde del Arco de la Calzada, tomó la calle Progreso, el bulevar López Mateos (permitiendo la circulación de la oruga y en un carril de vehículos), rumbo a la Plaza Principal.

“No necesitamos ser palestinos para sentir empatía, exigimos un alto al fuego y a la manipulación política”, fueron parte de los mensajes que leyeron algunos participantes al llegar frente al edificio de presidencia. Después de las 3:30 de la tarde continuaban los discursos.

CA

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