Lothar Muller. Foto: Especial

El Festival Internacional de Arte Contemporáneo en León busca no sólo traer espectáculos artísticos internacionales, sino impulsar la reflexión en torno al arte contemporáneo.

Es por ello que durante su primer fin de semana, se llevó a cabo el Simposio de Arte Contemporáneo, que tuvo entre sus asistentes al artista plástico Lothar Muller, quien impartió la charla “La presencia de la ausencia” en la sala Jesús Gallardo.

Nacido en Colonia, Alemania, realizó sus estudios en San Francisco California y actualmente su quehacer artístico oscila entre los municipios de San Miguel de Allende y Celaya.

Muller es también artista de performance, actor y activista del arte, ya que dirige la asociación civil Fundación Kunsthaus, que es en su mayoría un repositorio y plataforma de impulso para artistas contemporáneos.

Su ponencia se enfocó en su trabajo como dueño de galerías y colecciones, relacionado también con el tema del FIAC, “Biofilia”.

Lothar inició su presentación con un video donde mostró la colección “Presencia de la ausencia”, exposición fotográfica que reflexiona sobre la desaparición de la naturaleza, como una ausencia que se nota hasta que está presente.

“Es un manifiesto de alarma en torno a la desaparición de nuestro espacio natural. Para mí las colecciones son para el futuro, pues son un registro de lo que sucede ahora en el mundo y en este caso con nuestro planeta”, expresó el coleccionista.

Muller platicó también que en su recorrido visibilizando el arte se ha enfrentado a la censura, pues montajes de exposiciones con temáticas como el erotismo han sido cerradas a pocos días de inaugurarse.

Sin embargo, el artista continúa apostando por la difusión del arte y porque los artistas contemporáneos no limiten su voz.

“Hay que defender la libertad artística; el arte puede ser políticamente incorrecto porque debe incomodar y poner a pensar”, comentó.

Como otra de sus participaciones en el FIAC,  se está exponiendo una pieza escultórica de Lothar Mueller en el Forum Cultural Guanajuato, detrás de la Biblioteca Central Estatal Wigberto Jiménez. Se trata de una obra inspirada en la destrucción de la naturaleza y que hace referencia también a cuando Muller estudió en San Francisco y el SIDA recién se había descubierto, generando mitos y prejuicios entre la población.

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