A DIFERENCIA de lo ocurrido con la candidatura presidencial del Frente Amplio por México, en la que Xóchitl Gálvez terminó como candidata de unidad, en la CDMX la negociación se les enredó de más.
Y, TRAS el lapsus de la candidata de incluir a Alejandro “Alito” Moreno en su lista de “malos priistas”, el asunto ya parece telenovela turca de esas que ameritan una bolsa grande de palomitas.
RESULTA que el dirigente priista había estado usando al aspirante tricolor Adrián Rubalcava para meter presión a sus aliados a pesar de que hasta hace poco lo consideraba uno de sus enemigos dentro del partido.
ENVALENTONADO por la disculpa que le ofreció Gálvez tras su desliz, Alito amagó con que Rubalcava no se bajaría de la contienda para permitir que Santiago Taboada fuera el candidato de unidad a menos que el PAN le cediera al PRI las candidaturas a gobernador en Jalisco, Chiapas, Veracruz y Tabasco y otras posiciones.
TANTO estiró la liga que el jueves los panistas le pararon el alto y le advirtieron que más le valía a su muchacho desistir porque, si se iban a una encuesta, quedaría tendido y planchado.
Y AHORA dicen que Alito, una vez descubierto su bluff, ofreció entregar la cabeza de Rubalcava y ver qué sacaba a cambio.
NOMÁS que eso no le gustó nadita a quien iba a resultar sacrificado, por lo que hay quienes aseguran que está a un paso de ir a tocar la puerta de Morena, en donde llevan años cortejándolo sin éxito, y dejar al Frente con un palmo de narices.
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…Y MIENTRAS la fiesta por el inicio oficial de la precampaña presidencial del Frente pinta para terminar a botellazos, en la alianza de enfrente andan en la tornaboda.
UN AÑO después de anunciado su compromiso, Claudia Sheinbaum se casó en una ceremonia pequeña con quien fuera su novio en sus años de estudiante, Jesús María Tarriba, un analista de riesgos financieros del Banco de México. Toca desearles lo mejor a la voz de ¡arriba los novios!
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AHORA, una trivia: ¿Le suenan los nombres de Tony Gali López, José Chedraui Budib y Fernando Manzanilla?
SI LOS BUSCA en la nómina de la administración del fallecido exgobernador de Puebla, el panista Rafael Moreno Valle, los encontrará en los mejores puestos de esa época.
Y SI QUIERE saber en dónde están ahora, cosa de asomarse a la sala de espera del candidato de la 4T a la gubernatura poblana, Alejandro Armenta, porque, ¡oh, sorpresa!, resulta que ahora son fervientes morenistas.
YA NADA más falta que publiquen juntos un manual que se llame “Azul casi Guinda: cómo pasar del morenovallismo al morenismo a secas”.
Gsz