Irapuato.- Gran tarde de toros en la Plaza Revolución de Irapuato, con triunfo de los tres jóvenes toreros que se repartieron seis orejas. 

El máximo triunfador fue Isaac Fonseca, quien cortó dos orejas en su primero y una en su segundo, saliendo a hombros junto con Leo Valadez.

El ganadero José “Chepo” Barba, de Aguascalientes, envió un fino encierro de seis ejemplares que fueron bravos y nobles en general, justos en presentación.

El hidrocálido Leo Valadez tuvo una destacada actuación en su primer astado, al que toreó con mucha plasticidad con el capote, tanto a la “Verónica”, como en quite por chicuelinas, siendo muy ovacionado. 

Leo Valadez

En el tercio de banderillas se vio fácil y fue muy ovacionado.

Inició el tercer tercio, de muleta, con doblones muy toreros para luego ir estructurando una faena con naturales y derechazos de gran calidad, aprovechando las nobles embestidas del toro de José Barba.

Redondeó su faena con muletazos de rodillas, pero falló con la espada. Media estocada delantera. Ovación al diestro y al astado en el arrastre.

El segundo espada en el cartel fue el queretano Diego Sanromán, quien mostró clase al manejar la capa ante un astado que se arrancó de largo al caballo del picador, mostrando bravura.

Con muleta estuvo valiente, metido entre los pitones hasta lograr muletazos largos y templados que remataba con los pases de pecho ante el entusiasmo de los aficionados que hicieron media entrada en el coso “Revolución” de Irapuato.

Se entregó al entrar a matar y cobró una estocada entera. Echó mano del descabello para despachar al burel. Ovación. Una oreja cortó al de Boquilla del Carmen.

Una grata sorpresa dio el michoacano Isaac Fonseca, quien toreó con mucha elegancia y plasticidad con el capote mostrando porque es uno de los triunfadores de la temporada taurina española. 

Isaac Fonseca

Estuvo en plan maestro. A pesar de ser jovencito dio una cátedra del bien torear. 

Fonseca cuajó una gran faena, con muletazos con ambas manos con temple y hondura. Se llevó un susto al ser prendido sin consecuencias. Mató de una gran estocada para que rodara el toro sin puntilla. Una oreja.

El cuarto astado correspondió a Leo Valadez, que se lució al torear con capa, sobre todo en quites por “Zapopinas” y luego en el tercio de banderillas.

Tras brindar al empresario taurino Juan Carlos Portugal, el hidrocálido cuajó una faena con mucha entrega, metido en los terrenos del toro y mostrando clase, bajo las notas de “Pelea de Gallos” y los gritos de “¡torero!, ¡torero!”.

Se fue por derecho al entrar a matar, cobrando una estocada entera. Dos orejas.

El quinto de la tarde fue otro buen astado que correspondió a Diego Sanromán, que aprovechó las nobles embestidas del astado para armar una faena que entusiasmó al público. Lamentablemente falló con el acero perdiendo por lo menos una oreja. Saludó desde el tercio.

En cierra plaza, sexto de la tarde, un toro que peló firme con el picador.

Isaac lo recibió con faroles de rodillas al hilo de las tablas y ya de pie con mandiles ante el regocijo del público.

Con muleta logró naturales, con la izquierda, largos y con mucho temple. Una faena que coronó con una estocada tendida. Le dieron dos orejas.

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