MOGADISCIO, Somalia.- Primero, las familias huyeron de la sequía y la violencia. Ahora dicen que no tienen dónde esconderse de las intensas inundaciones al tiempo que las lluvias exacerbadas por el fenómeno climático de El Niño azotan gran parte de Somalia. Las inundaciones han matado al menos a 96 personas, indicó el jueves el Consejo de Ministros del país.
Entre las ciudades más afectadas se encuentra Beledweyne, densamente poblada, donde el río Shabelle se desbordó, destruyó muchas casas y provocó que miles de personas huyeran a zonas más altas cerca de la frontera con Etiopía.
Hakima Mohamud Hareed, madre de cuatro hijos, uno de ellos discapacitado, dijo que su familia busca refugio constantemente.
La familia se mudó hace poco a Beledweyne, huyendo de los combates entre el grupo extremista al-Shabab y las fuerzas del gobierno somalí.
“Dejamos nuestro hogar en busca de seguridad y estabilidad, pero no sabíamos que acabaríamos enfrentándonos a otra calamidad”, dijo vía telefónica.
En el campamento de desplazados de Kutiimo en Beledweyne, las inundaciones destruyeron la pequeña tienda de campaña de la familia. El viento azota la tela húmeda y endeble.
“Las inundaciones arrasaron con todas nuestras pertenencias, por lo que sólo nos quedan nuestras vidas”, dijo. “Fue una experiencia traumática para todos nosotros”.
No están solos. Según el grupo humanitario Save the Children, las inundaciones han obligado a unas 250.000 personas, o el 90% de la población de Beledweyne, a abandonar sus hogares.
El gobierno federal de Somalia declaró el estado de emergencia en octubre después que el clima extremo exacerbado por El Niño destruyera casas, carreteras y puentes.
El fenómeno el Niño es un calentamiento natural, temporal y ocasional de parte del océano Pacífico que cambia los patrones climáticos en todo el mundo, que por lo regular modifica las trayectorias aéreas de las tormentas. Golpea con más fuerza entre diciembre y febrero. Los científicos creen que el cambio climático está fortaleciendo a El Niño.
Muchas partes de Somalia, así como en las naciones vecinas del Cuerno de África, Kenia y Etiopía, aún reciben lluvias torrenciales en lo que las agencias de ayuda han descrito como un fenómeno inusual de inundaciones.
JFF