En el discurso suena bien, el humanismo como camino para integrar a inmigrantes que sufren en sus países; en la práctica no tanto, explotación, abuso, rechazo y rencores derivados que alimentan odios.

Inmigrantes ilegales acampan en calles y parques de ciudades mexicanas; desechos humanos (mierda y orina), basura y malos olores llenan el ambiente, los vecinos hartos y desesperados, los inmigrantes violentados, discriminados y rechazados alimentan odios y rencores en contra de “los mexicanos”, semilla de próximas confrontaciones… Los que siguen su peregrinar para el norte, con la esperanza de “cruzar” a USA, sufren estafas, extorsiones y atracos; algunos, no pocos, son secuestrados por el crimen organizado que les roba sus pertenencias y les cobra a familiares por el derecho a liberarlos, otros, muchos, son carne de cañón para traficantes de personas de grupos criminales mexicanos que operan con impunidad en colusión con autoridades. El odio, la amargura y el deseo de venganza anidan en los migrantes, la molestia, el rechazo y la incomodidad son pan de todos los días en los vecinos y residentes de los lugares en donde, como plaga de langosta, llegan por cientos y miles los migrantes ilegales permitidos por el gobierno mexicano, dejando un rastro de miseria y de dolor.

Cito de La Jornada: “Cientos de migrantes se encuentran acampando en los alrededores de la Terminal Central de Autobuses del Norte en la Ciudad de México… Los talleristas, trabajadores y usuarios del Programa Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes, Pilares Richard Wagner –el primer Pilares inaugurado en la capital el 28 de  enero de 2019– coincidieron en que los olores y el foco de infección que provoca la basura y  las heces fecales en las vías del tren que colindan con el inmueble, provocan fauna nociva.”. Lo mismo pasa en ciudades fronterizas, con un agravante, el Gobierno Federal, de manera humillante aceptó que USA regrese a migrantes ilegales a través de México, no importando su país de origen ¿Injusto?, sí, los mexicanos no tenemos por qué cargar con migrantes de otros países rechazados en USA… ¿Justo?, también, USA no tiene por qué tener problemas en su frontera por la permisividad del gobierno mexicano para que migrantes ilegales nos usen de tapete, solo para cruzar territorio nacional para violentar la frontera norteamericana… En tanto la clase política de ambos países se pasan la bolita y se hacen tarugos buscando como lucrar políticamente con el dolor de miles.

El futuro con la migración desenfrenada es sombrío, en Europa ya se nos adelantaron y tienen problemas étnicos, discriminación y aumento de la criminalidad de parte de migrantes, con un agravante, dado que muchos ya son segunda o tercera generación, legalmente son ciudadanos y no los pueden expulsar; el problema es que no se portan como ciudadanos, ya que las diferencias culturales y religiosas los confrontan y dividen por lo que los marroquíes en Holanda (Países Bajos), hoy son amenazados con discriminación étnica y cultural por parte del recién elegido presidente antiislámico Geert Wilders, quien prometió acabar con las Mezquitas (iglesias musulmanas) y prohibir el que las mujeres musulmanas se cubran el rostro, por lo que vive amenazado de muerte por las mafias marroquíes (africanas); el mensaje es claro: si quieres vivir en Holanda, compórtate como holandés, lo que para fines prácticos es imposible, ya que la cultura y la religión, lejos de erradicarse por decreto, genera confrontación y luchas a muerte; no olvidemos Las Cruzadas, que con el pretexto religioso de “evangelizar”, dieron pie a guerras y masacres que en el fondo tenían como motivador el robo y la destrucción de quienes piensan o son diferentes, eso sí, en el nombre de Dios.

El punto es que tanto los europeos como los americanos, estamos hartos de la “corrección política” de gobernantes que bajo la bandera de ser “buena onda” y humanistas, están generando problemas mayúsculos al permitir la migración ilegal indiscriminada que genera conflictos y enfrentamientos entre los ciudadanos y los migrantes que por necesidad y rencor forman guetos en dónde se fundan pandillas y grupos delincuenciales que depredan a los residentes originales (a los nacionales)… En lo personal estoy en contra de la migración ilegal y a favor de que los problemas de violencia o falta de oportunidades que se viven en otros países, sean resueltos en sus propios países con ayuda o con presión internacional y no puedo más que coincidir con Javier Milei, presidente electo de Argentina, quién rechaza la premisa de que: “dónde hay una necesidad nace un derecho; el problema es que las necesidades son infinitas y los derechos hay que pagarlos y los recursos son finitos.” La solución, como diría mi abuela, “no es que paguen justos por pecadores”, es decir, los problemas de cada persona o sociedad deben ser resueltos por esa persona y/o por esa sociedad y no tienen por qué ser carga para otros… ¡Así de sencillo!

Un saludo, una reflexión.

Santiago Heyser Beltrán

Escritor y soñador

DAR

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