León, Guanajuato.- La temporada de huracanes terminó oficialmente este jueves 30 de noviembre. Fue poca la lluvia que se registró en Guanajuato y las principales presas de la entidad están vacías; el 2024 será un año de crisis respecto al abasto de agua, tanto en el campo como en la ciudad.

Al cierre de la temporada de lluvias, la Comisión Estatal del Agua en Guanajuato (CEAG) reporta que el acumulado en los 46 municipios del Estado es de 403.9, cuando el histórico anual es de 626.7 %.

Alarma en el campo

En el campo guanajuatense hay alarma por la poca agua almacenada en los embalses, bordos y aguajes. “Ya se van las lluvias, ahora vienen las heladas. Lamentablemente ha sido un año seco. Hay zonas del estado, sobre todo en el norte, donde no llovió ni 100 mm (litros por metro cuadrado). El promedio acumulado de lluvia es en promedio de 320 mm, no es nada, cuando el promedio histórico general es de 650 mm. La situación es complicada, crítica”, dijo Rodolfo Ponce Ávila, subsecretario para el Desarrollo y Competitividad  del Gobierno de Guanajuato.

Incluso la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en su portal de Monitoreo de Presas, informa que las presas en Guanajuato tienen poco almacenamiento. La presa más grande que hay es la Solís, en Acámbaro, de donde quieren traer agua para León, y tiene capacidad para almacenar hasta 800 millones de metros cúbicos de agua, actualmente está a un 50.55 %, por lo que están en riesgo los programas de cultivo para el ciclo primavera – verano del 2024.

La presa Allende, en San Miguel, con capacidad para almacenar 241 millones de metros cúbicos, al cierre de la temporada de lluvias está a un 14.28 %. En 2018 tiró millones de metros cúbicos como excedente.

La Laguna de Yuriria, con capacidad para almacenar 325 millones de metros cúbicos de agua, actualmente está prácticamente seca, a un 13.55 %.

La misma Conagua informa que la presa de El Palote, en el Parque Metropolitano de León, está al 9.73 % de su capacidad, que es de apenas 10 millones de metros cúbicos. Este año no capto nada de agua, y se pronostica que para finales de enero estará totalmente seca.

La CEAG informa que en términos generales los principales embalses de la entidad están a un 48.46 %, cuando en el 2022 estaban a un 71.00 %.

Las reservas de agua en el 2022 eran de 1 mil 267 millones de metros cúbicos de agua; en este 2023 es de 864.86 millones de metros cúbicos.

“La situación es ya crítica. No hay forrajes para los animales. No hay agua en los bordos y presas. Se ha encarecido el alimento para el ganado, y con ello el precio de la carne”, señala Ernesto Dávila Aranda, productor de ganado para el abasto de carne.

En muchas comunidades de la zona norte del Estado los campesinos están abasteciéndose con la compra de agua en pipas, porque las represas no tienen agua, lo que impacta la economía de la gente del campo, ya de por sí crítica.

Ya hay pocas esperanzas de lluvia, una vez terminada la temporada de huracanes, aunque se pueden dar algunos chubascos conocidos en el campo como “cabañuelas”.

Presas al 30 de noviembre del 2023

CA