La política representa un medio para conciliar con aquellos que no comparten los mismos pensamientos; además, es esencial para resolver conflictos de intereses sin recurrir a la violencia. Por eso necesitamos de la política y un Estado, no porque los individuos sean buenos o justos, sino precisamente para brindarles la oportunidad de llegar a serlo.

Sin embargo, en Nuevo León, las politiquerías desestabilizaron al estado, porque no hubo dialogo, negociaciones, descartaron la política de altura que hubiera conciliado pensamientos diferentes; además, perdieron de vista de lo que convenía a su entidad, se obsesionaron por lo que les convenía a sus partidos buscando satisfacer instintos primitivos de anhelos de poder. La famosa clase política, en este caso, careció de clase y de oficio político. ¿Qué se oculta tras bastidores de este drama constitucional y farsa política? En resumen: la manzana de la discordia es el tejemaneje de la sucesión presidencial. 

Este bochornoso episodio en la vida política de Nuevo León puede analizarse en dos planos:  jurídico y político; aunque, de entrada, se pueda opinar que es una vergüenza que todas las decisiones políticas tengan que judicializarse, con lo que se puede afirmar el fracaso de la política. En relación al plano jurídico, se argumentó que el Congreso del estado posee plenas facultades para designar al gobernador interino que cubra la ausencia temporal de Samuel García y la Corte validó esta decisión como constitucional; pero en lo político, el PRIAN en el Congreso arrumbó la cortesía republicana del “consenso y la armonización” con el partido gobernante, cuyo gobernador constitucional había solicitado licencia para postularse a la presidencia, tal y como lo hizo Vicente Fox en su momento.

Pero, oh sorpresa, pronto el candidato naranja había eclipsado a Xóchitl, amenazando con relegarla al tercer lugar. La campaña de Samuel estaba subiendo como la espuma, mientras que la del Frente Amplio por México se desvanecía. Sin embargo, el PRIAN, con su experiencia en innumerables batallas, calculó hacerle la vida imposible al aspirante presidencial, desde su propio estado, generando así una crisis constitucional. “Si el Fosfo (apodo) quería competir, debería de pagar un alto precio por atreverse a competirle a Xóchitl”, pensaría la oposición.

El pliego petitorio del PRIAN, divulgado por el Excélsior, incluía un ominoso requerimiento: 2 mil 500 millones de pesos para el uso discrecional del Congreso; además, exigían desestimar los casos penales contra varios actores políticos, incluido el ex alcalde de Monterrey y ex adversario de Samuel para la gubernatura, Adrián de la Garza, de infausta memoria. También, demandaban una exención de impuestos durante los próximos cinco años. “Así que los más corruptos no querían pagar impuestos”, comentó Samuel. Por si lo anterior no fuera suficiente, buscaban nombrar fiscal al impresentable Adrián de la Garza, quien enfrenta varias acusaciones en la FGR, entre otros. 

Mientras tanto, aprovechando el río revuelto, Xóchitl calificó a Samuel García de esquirol, pero afirmó estar dispuesta a dialogar con la dirigencia de Movimiento Ciudadano (MC) para sumarlo al Frente.

Tras esta impactante tragicomedia protagonizada por la clase política de Nuevo León, lamentablemente no se avizora una paz duradera. Durante este tiempo, se reagrupan, diseñan nuevas estrategias y se preparan con campañas negras de escándalos y graves acusaciones para la batalla electoral en 2024. “Calumnia que algo queda”. Esta será la madre de todas las batallas: si MC no obtiene la mayoría en el Congreso en las elecciones del 2024 y conserva el municipio de Monterrey, Samuel estaría políticamente acabado en su intento por alcanzarse la presidencia en 2030; mientras, si el PRIAN pierde la mayoría en el Congreso y no logra avanzar, los habrían echado del estado, donde desde hace tiempo   han despreciado a los partidos tradicionales.

Dante y Samuel subestimaron la fuerza de sus rivales locales del PRIAN, con quienes nunca han entablado un canal de diálogo para poner fin a las agresiones mutuas y dar paso así a la buena política. Los del partido naranja comprendían con claridad que en estas elecciones no tenían posibilidades de ganar “la grande”, pero la campaña les proporcionaría una presencia nacional muy útil, después de la debacle que sufrió como aliado del PAN en el 2018. Su proyecto era sustituir al PRI en el escenario nacional. La idea de MC de irrumpir como tercera vía no era una mala estrategia, Samuel y su esposa tienen un gran potencial para captar votos en el norte y entre los jóvenes de México; además, rompían con los estereotipos de la 4T y del PRIAN y ofrecían algo fresco.

Pero: ¿Cuál fue el pecado de Samuel? ¿Quiénes, perversamente, quieren desestabilizar a Nuevo León? ¿Quiénes son responsables de la farsa política y del sainete judicial? No importa mi opinión. Los regiomontanos castigarán en las urnas a los responsables del maquiavélico “casus belli”. En Nuevo León, Samuel goza de una generosa popularidad del 68 %. Su pecado, que no perdona la oposición, fue querer ser presidente y opacar a Xóchitl. “Despertaron al león, al Nuevo León: Samuel.

 

RAA

 

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *