Guanajuato capital fue la cuna de una de las más importantes escritoras del siglo XX.
Emma Godoy Lobato nació el 25 de marzo de 1918 y además de dedicarse a las letras, destacó por sus estudios en filosofía, psicología y pedagogía.
La guanajuatense se licenció en Lengua y Literatura Hispánicas en la Escuela Normal Superior de la Ciudad de México, pero además estudió psicología y pedagogía, se terminó doctorando en Filosofía en la UNAM.
Apasionada por el conocimiento, realizó estudios de filosofía en La Sorbonne y de historia del arte en el École du Louvre. Durante años se dedicó a compartir todo lo aprendido, impartiendo clases en la Escuela Normal Superior y la Universidad del Claustro de Sor Juana, entre otras instituciones.
Incursionó en prácticamente todos los géneros literarios, siendo su novela “Érase un hombre pentafásico” la acreedora del premio a Mejor Novela Iberoamericana de la Fundación William Faulkner.
Su gusto por la poesía la llevó a convivir con otros grandes de la literatura mexicana como Gabriela Mistral, de quien posteriormente se volvería biógrafa.
En pro de la vejez
Inspirada por el pensamiento del filósofo Walter Benjamin y sus profundas reflexiones sobre la dignidad en esta etapa de la vida, Emma Godoy fundó la asociación civil Dignificadora de la Vejez (DIVE) bajo el lema “La ancianidad debe ser maestra, consejera y guía”.
Esta institución forjó un precedente crucial para la posterior creación del Instituto Nacional de Personas Mayores (Insen) por parte de la federación y que ahora es Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM).
Emma Godoy falleció el 30 de julio de 1989 y aunque sus restos descansaron primero en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, en 2006 fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres.