Salvatierra, Guanajuato.- Héctor Almaraz fue despedido muy a su estilo. Más de mil personas, una banda de viento y un contingente de caballos lo acompañaron hasta el panteón Villa de La Paz, donde sus restos fueron sepultados. Héctor fue víctima de la masacre en Salamanca.
Minutos después de las 12:00 del mediodía, el cuerpo de Héctor salió de su casa rumbo a la parroquia de la Santísima Virgen de La Luz, donde se realizó su misa de cuerpo presente.
Fue trasladado en una camioneta color verde, propiedad de su familia, donde colocaron flores y una corona. También iban un montón de jóvenes.
Siguiendo a la camioneta iba un contingente con sus familiares y amigos, una banda de viento y un grupo de hombres a caballo, quienes permanecieron afuera del templo para después trasladarse al panteón.
Invita sacerdote a pedir consuelo a Dios
Durante la ceremonia el sacerdote dijo a los familiares de Héctor que lo que estaban viviendo era un proceso difícil, que le pidieran a Dios consuelo para sobrellevar su dolor.
“Hoy lo que ustedes viven, ese dolor, esa pérdida, la vivimos muchos, nos quedamos sin palabras, no hay palabras de consuelo, este lamentable suceso nos dejó mudos, jóvenes de bien partieron de este mundo”, mencionó.
Los asistentes iban vestidos con playeras blancas, algunas tenían las fotos de Héctor, además llevaban rosas y globos blancos, los cuales soltaron en el cementerio en memoria de Héctor.
“Gordito de mi corazón, le doy gracias a Dios y a la Virgen por haberme elegido para ser tu mamá durante estos 16 años, por darme la dicha de coincidir en esta vida contigo, siempre serás la irreverencia más bonita, el corazón más puro y la sonrisa más sincera”, decía parte de la publicación que Ana Maura Rivera, su madre, hizo en Facebook el día que falleció.
CA
