Por el ruido que ocasiona la quema y estallido de cuetes se ha reportado el fallecimiento de al menos siete perros en Pachuca, además de que quedó de manifiesto la indiferencia de las autoridades municipales, informó La Jauría de Balú.
Alba Luisa Jiménez del Ángel, directiva de ese colectivo defensor de animales, ejemplificó el caso de una hembra llamada Calabacita.
EXPLOSIONES POR AÑO NUEVO
La mascota era cuidada por varios vecinos cerca del Hospital General de Pachuca, pero durante la quema de pirotecnia del 31 de diciembre y 1 de enero se asustó a tal grado que empezó a correr erráticamente hasta que fue atropellada y muerta por un vehículo.
ANIMALES EXTRAVIADOS
No es el único caso pues se conoce, hay cuando menos otros seis casos de “perritos que se salieron de sus casas y después los encontraron arrollados en la calle”.
Además, otros animales siguen reportados como extraviados.
APATÍA DE POLICÍA
Se confirmó, añadió, que la prohibición de pirotecnia es letra muerta porque no se aplica además de que la policía no actúa o no acude cuando se reporta la quema de detonantes.
DETONANTES ENORMES
Así ha ocurrido en el fraccionamiento Paseos de la Plata donde integrantes del colectivo la Jauría de Balú encontraron dentro de un parque cercano enormes detonantes uno de ellos del tamaño que una mano.
RESPONSABILIDAD PATERNA
A algunos padres de familia les falta conciencia del medio ambiente, así como de la seguridad de sus hijos al permitirles detonantes, comentó.
SENSIBILIDAD AL RUIDO
Adicionalmente agreden la sensibilidad de las mascotas cuya percepción auditiva es superior a la humana como se comprobó en el caso de Calabacita y otros perros.