EN BUEN LÍO metió Merilyn Gómez Pozos a su amiga y ahora ex jefa, Luisa María Alcalde. Y todo porque la morenista, siendo funcionaria de la Secretaría de Gobernación, andaba abiertamente en labores proselitistas de Morena… ¡en Jalisco!
PESE A QUE su cargo era como titular de la Unidad de Normatividad de Medios, en lugar de despachar en sus oficinas de la calle Abraham González, Gómez Pozos estaba más entretenida como coordinadora de la precampaña de Claudia Sheinbaum en tierras jaliscienses. Cobrar en una dependencia y no trabajar en ella se llama aviaduría.
HASTA que el emecista Pablo Lemus la denunció por injerencia indebida de la 4T en la elección estatal, Gómez Pozos se apresuró a decir que ya había renunciado a Gobernación… casualmente un día antes.
PERO con esta afirmación, ella misma se echó la soga al cuello pues significa que sus actividades proselitistas, hasta antes del 2 de enero, efectivamente las hizo siendo funcionaria pública federal. Ante esto surge la duda de si la titular de Segob sabía que su subordinada trabajaba para la precampaña de Morena. De no saberlo, mal. Y si ya lo sabía… peor.
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DECIR QUE en México hay un gasolinazo es un poquito exagerado. Si bien hay ciudades donde la Premium roza los 27 pesos por litro, los incrementos no se han disparado como por ahí andan diciendo.
ESTA COYUNTURA sirve para hablar de cómo en este sexenio olvidaron el impuesto especial a las gasolinas. En 2017, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer su propuesta de eliminar el famoso IEPS.
LO HIZO teniendo a su lado a Rocío Nahle, entonces coordinadora de los diputados morenistas. En ese video Nahle afirmó que era posible eliminar el IEPS aplicando la austeridad republicana.
CURIOSAMENTE, López Obrador se convirtió en Presidente, Rocío Nahle fue designada titular de Energía… y el impuesto a las gasolinas no se eliminó, ahí sigue. Y justo eso es lo que impide que el precio baje como en Texas donde, hoy por hoy, el litro de Premium cuesta el equivalente a 13.83 pesos.
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LA CEREMONIA en memoria de Felipe Carrillo Puerto en Motul, Yucatán, se recordará más por los desplantes del alcalde Roger Aguilar Arroyo que por la efeméride luctuosa. Fue él quien impulsó que el Cabildo declarara “héroe nacional” a Andrés Manuel López Obrador.
PERO Aguilar Arroyo es una auténtica fichita. Recién se hizo morenista tras ser expulsado del PRI. Enfrentó denuncias de la Contraloría estatal por el delito de peculado e inclusive fue vinculado a proceso, pues, durante su administración, simuló obras de bacheo que se pagaron, pero no se hicieron. Además es muy conocido por distintos hechos de violencia de género. Así que cualquier puntada es buena para purificarse.