León, Guanajuato.- Es importante que las nuevas generaciones conozcan sobre “Los Mártires de La Brisa” o también recordados como los “Jóvenes Mártires de Cristo Rey” porque murieron por defender la fe cristiana en León.
Así lo expresó Gerardo Rocha Gómez, sobrino de Ezequiel Gómez uno de los mártires fusilados junto con otros jóvenes en la calle Palo Cuarto ubicada en la colonia La Brisa el 3 de enero de 1927; es decir, hace 97 años.
Era un servidor al prójimo, tenía 21 años cuando fue fusilado y estaba por casarse. Eran jóvenes quienes murieron por esta causa y dejaron una huella imborrable para el catolicismo y es muy importante para la ciudad de León y el país”, consideró.
Rinden homenaje a Mártires de La Brisa
Este miércoles, con una misa en la Parroquia de la Purísima Concepción del Coecillo decenas de leoneses homenajearon a los “Mártires de La Brisa” en su 97 aniversario luctuoso, posteriormente se realizó una procesión que inició en la calle Acapulco.
En la celebración eucarística, el padre Tomasz Dzielinsky dijo que todos los tiempos son de martirio porque vivir la entrega fiel todos los días a Cristo implica muchos sacrificios, renuncias y disciplina.
“Los tiempos en que vivimos no son tranquilos, pidámosle a nuestra madre Purísima Santa María que nos acompañe con su manto y que nuestros hermanos mártires de la Brisa intercedan ante Dios por nosotros”, expresó.
Historia de los Mártires de La Brisa
Durante la homilía, el padre Tomasz contó la historia de los Mártires de La Brisa, recordó que por defender la fe cristiana en León el 3 de enero de 1927, los leoneses Nicolás Navarro, Ezequiel Gómez, José Valencia Gallardo, Salvador Vargas, José Gasca y Agustín Ríos fueron sacrificados.
Este grupo de católicos se reunían en secreto para realizar el movimiento armado cristero por estar en desacuerdo con la “Ley Calles” impulsada por el entonces presidente Plutarco Elías Calles.
Dicha ley se expidió el 14 de junio de 1926 con el fin de delimitar el culto y sacerdocio católico en México y no reconocía de personalidad jurídica a las iglesias ni de su derecho a poseer bienes raíces.
Tampoco se permitía la participación del clero en la política y se prohibía impartir culto fuera de los templos, además, esta ley planeaba la disminución del número de sacerdotes.
Fue en una finca que se ubicaba a un costado del Panteón San Nicolás donde más de 20 personas acordaron luchar hasta morir por la religión católica, el 1 de enero se daría el grito de libertad pero esta información llegó a oídos del presidente Plutarco Elías Calles”.
El Ejército capturó al grupo de personas y las llevó a la calle Palo Cuarto donde les dieron la orden de que gritaran: “¡Viva Cristo Rey!”, posteriormente dispararon, solo se salvó una persona. Los cadáveres fueron exhibidos en la Plaza Principal”, rememoró el padre Tomasz Dzielinsky.
Procesión hacia el monumento A los mártires
Escoltada por una banda de guerra, a las 9 de la noche comenzó la procesión en la calle Acapulco hacia el monumento A los mártires, ubicado en la calle Palo Cuarto, donde se realizó a representación de la aprehensión y el martirio, obra nombrada “Los Profetas de la Esperanza”.
El homenaje organizado por la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM) concluyó con la lectura de la lista de caídos, el toque del silencio y la colocación de una ofrenda floral y un canto acejotaemero.
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