A nuestro mundo, en su crecimiento demográfico errático, no lo caracteriza la equidad y, así, el género humano abona, sin dudarlo, una de las mayores causas de su propia finitud. La idea es compleja, pero mientras hay países que restringen pasos entre sus fronteras, el nomadismo, echa mano de la ejercida práctica de migrar hacia una mejor condición de vida desde los principios de sus tiempos y no deja de situarse como un proceso revolvente y dinámico que, fuera de cualquier límite geográfico, siempre se ha antepuesto a una vida cerrada e ilusoria de lo que ahora gobiernan las autoridades. En el presente vemos de nueva y periódica vuelta el nado pobre y esperanzado sobre el mar mediterráneo, el peregrinaje del sur al norte americano y, en general, al incesante acomodo de las gentes frente a las casi infranqueables distancias interoceánicas. Entre crecimientos inimaginables y ni por asomo concebidos, la población y sus dirigencias Ignoran muchos desahucios flagrantes entre las altitudes y latitudes que persisten en su proximidad y más allá de ciertas lejanías inimaginadas. Así, un país como el nuestro, con un constante desconocimiento peregrino y multiétnico se tiene que sufrir un desarraigo económico, político y social hacia los rincones recónditos que se moran de manera constante entre el olvido de la atención ciudadana sobre la condición y espacio que se vive.
La dimensión de una entidad política la otorga la disciplina ejercida sobre su área convenientemente establecida. Claro, mañas, profesiones, bondades y un sin número de cosas más pueden esgrimirse como elementos necesarios de un buen mando y, sin embargo, la lucha brega nada más, en sus principios, de “cómo se debe ser” en el entorno que corresponda. La pasión por la droga, la proliferación del narcotráfico, el abandono de los lugares nativos, los raptos, los asesinatos, la falta de educación o salud y la pobreza sólo manifiestan pruebas fehacientes de caminos simplemente errados por autoridades ineptas y subordinados abandonados a sus ya familiares dejadeces.
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