El ejército israelí indicó que había completado las grandes operaciones de combate en el norte de Gaza y terminado de desmantelar la infraestructura militar de Hamás en la zona, cuando la guerra contra el grupo armado cumplía tres meses.

El ejército no mencionó los despliegues de tropas en el norte de Gaza de cara al futuro. Su vocero, el contralmirante Daniel Hagari, dijo que las fuerzas seguirán “ahondando en lo conseguido” allí, reforzarán las defensas a lo largo de la cerca entre Israel y Gaza y se centrarán en las zonas central y sur del territorio.

El anuncio se hizo antes de la visita a Israel del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken. Miembros del gobierno de Joe Biden, incluido Blinken, han instado a Israel a que reduzca su dura campaña aérea y terrestre en Gaza y opte por ataques más dirigidos contra los líderes de Hamás para evitar daños a civiles palestinos.

En las últimas semanas, Israel ya había ido reduciendo su operación militar en el norte de Gaza e intensificando su avance sobre el sur del territorio, donde la mayoría de los 2,3 millones de palestinos que viven en Gaza se ven recluidos en zonas cada vez más pequeñas en una catástrofe humanitaria bajo los bombardeos israelíes.

La guerra comenzó por el ataque de Hamás del 7 de octubre sobre el sur de Israel, en el que los milicianos mataron a unas 1.200 personas, la mayoría civiles, y capturaron a unas 250 personas./Especial

La guerra comenzó por el ataque de Hamás del 7 de octubre sobre el sur de Israel, en el que los milicianos mataron a unas 1.200 personas, la mayoría civiles, y capturaron a unas 250 personas.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió de nuevo el domingo en que la guerra no terminará hasta alcanzar los objetivos de eliminar a Hamás, recuperar a los rehenes israelíes y garantizar que Gaza no será una amenaza para Israel.

Digo esto tanto a nuestros enemigos como a nuestro amigo”, dijo al gobierno. “Esto es nuestra responsabilidad y es la obligación de todos nosotros”.

La represalia israelí por aire, tierra y mar ha matado a más de 22.800 palestinos y herido a más de 58.000, según el Ministerio de Salud en Gaza, un territorio controlado por Hamás. La cifra de muertos no distingue entre civiles y combatientes. Las autoridades de salud dicen que unos dos tercios de los muertos eran mujeres y menores. Israel responsabiliza a Hamás por las numerosas bajas civiles porque el grupo opera en barrios residenciales populosos.

Dos periodistas murieron en un ataque aéreo cerca de la ciudad sureña de Rafah, incluido Hamza Dahdouh, hijo mayor de Wael Dahdouh, el conocido corresponsal jefe en Gaza de Al-Jazeera, según dijeron el canal árabe y médicos locales. Al-Jazeera emitió imágenes de Dahdouh llorando junto al cuerpo de su hijo y sosteniendo su mano antes de alejarse aturdido. El ejército israelí no hizo comentarios en un primer momento.

Al Jazeera condenó categóricamente los asesinatos y otros “ataques brutales contra periodistas y sus familias” por parte de las fuerzas israelíes, e instó a la Corte Penal Internacional, a los gobiernos y a los grupos de derechos humanos a responsabilizar a Israel.

Dahdouh ya había perdido a otros cuatro parientes —su esposa, dos hijos y un nieto— en un ataque el 26 de octubre, y él mismo resultó herido en un ataque israelí el mes pasado que mató a un colega.

El mundo está ciego ante lo que está sucediendo en la Franja de Gaza”, dijo Dahdouh, parpadeando para contener las lágrimas.

Otro ataque aéreo alcanzó una casa entre Jan Yunis y la ciudad sureña de Rafah, y mató al menos a siete personas cuyos cadáveres fueron llevados al cercano hospital Europeo, según un periodista en el lugar.

Un hombre se apresuró a llevar a un bebé y poco después lo cargó envuelto en una manta hasta la morgue.

Todo lo que sucede aquí está fuera del ámbito de la ley, fuera del ámbito de la razón. Nuestras mentes no pueden comprender por completo todo esto que nos está sucediendo”, dijo una afligida pariente, Inas Abu al-Najja, alzando la voz temblorosa. Los hombres trabajaron entre los escombros con picos y con las puras manos.

El periodista  Wael Dahdouh perdió a su hijo en uno de los bombardeos del ejército israelí./Especial

Responsables del hospital de Nasser, en la ciudad sureña de Jan Yunis, recibieron  los cadáveres de 18 personas, incluidos 12 niños, que murieron en un ataque israelí. Más de 50 personas resultaron heridas en el ataque en una casa del campamento de refugiados de Jan Yunis, que se estableció hace décadas para alojar a refugiados de la guerra de Oriente Medio de 1948 en torno a la creación de Israel y que se convirtió en un vecindario de la ciudad.

Fuerzas israelíes avanzaban sobre la ciudad central de Deir al-Balah, donde los habitantes de varios barrios fueron advertidos en panfletos lanzados sobre la ciudad de que debían evacuar sus hogares.

La organización benéfica internacional Médicos Sin Fronteras dijo que evacuará a su personal médico y sus familias del hospital Mártires de Al Aqsa en Deir al-Balah debido al peligro creciente.

Una bala atravesó un muro de la unidad de cuidados intensivos del hospital y “los ataques con drones y disparos de francotiradores se produjeron a sólo unos cientos de metros del hospital” durante los últimos días, dijo Carolina López, coordinadora de emergencias del grupo allí. Agregó que el hospital recibió entre 150 y 200 heridos diariamente en las últimas semanas.

El Comité Internacional de Rescate y Ayuda Médica para los Palestinos denunció que también se vio obligado a retirarse del hospital.

La cantidad de heridos que se han producido en los últimos días ha sido horrible”, dijo en un comunicado el cirujano Nick Maynard, del equipo médico del Comité.

DMD

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *