Ciudad de México.- La pobreza laboral en México no podrá erradicarse durante esta Administración a pesar del incremento del 20 por ciento al salario mínimo en 2024 anunciado por el Gobierno, y erradicarla podría tomar hasta dos sexenios más, indicó Jorge Sales Boyoli, especialista en derecho laboral y sindicalismo.
Aun con las condiciones económicas internas que existen para poder seguir aumentando el salario mínimo durante los próximos años a doble dígito, los recursos económicos no alcanzan para cubrir las necesidades de la canasta alimentaria y no alimentaria de los mexicanos.
Entrevistado en el marco del foro Tendencias 2024. Laboral, capital humano y seguridad social, el especialista detalló que en un escenario positivo -con las cifras actuales- la pobreza laboral se podría erradicar en la próxima Administración.
“La canasta básica alimentaria y no alimentaria cuesta 14 mil pesos en números redondos y el salario mínimo en números redondos 7 mil 400 pesos. Se necesitan de cuatro a cinco años más para poder erradicar la pobreza laboral”, dijo.
Pese al crecimiento escalado en los últimos cinco años al salario mínimo, Boyoli puntualizó que se debe tomar en cuenta que los precios de la canasta básica alimentaria y no alimentaria también muestran incrementos, tanto por factores económicos externos e internos.
“Si descomponemos la inflación de alimentos no es de 4.3 por ciento; esta inflación está creciendo a tasas del 10 por ciento. Esto nos tendría que hacer pensar que el cálculo de cinco años (para erradicar la pobreza laboral) es muy optimista. Podría ser hasta en dos sexenios en un escenario menos optimista”, añadió.
Sostuvo que en la actualidad y con datos del Inegi -que mide a las familias con 2.5 integrantes- una canasta básica alimentaria urbana ronda los 2 mil 200 pesos por personas, mientras que la canasta básica alimentaria y no alimentaría -que incluye transporte, servicios y otros servicios- aumenta a 4 mil 300 pesos por persona.
Aclaró que aún con 20 millones de mexicanos en pobreza laboral a la fecha, esta reducción de la pobreza sería por el incremento del dinero que alcanzaría para comprar productos de la canasta alimentaria.
Con todo lo anterior, Boyoli manifestó que inclusive con los diversos escenarios -tanto de manera positiva como negativa-, existen condiciones en el mercado que podrían demorar aún más la erradicación de la pobreza laboral, dado el incremento en los precios de los alimentos, energéticos y el mismo desarrollo económico del País.
JFF