DURO Y DIRECTO como suele ser, Enrique Alfaro no se guardó ningún adjetivo al criticar la postulación de Jorge Álvarez Máynez como candidato de Movimiento Ciudadano a la Presidencia.
EL GOBERNADOR también se lanzó contra las formas de ese destape al estilo Samuel García: en una mesa “botanera y cervecera”. No en balde dijo que la banalidad se instaló en MC.
AUNQUE fuerte, la voz de Alfaro se escuchó solitaria, pues los principales liderazgos emecistas en Jalisco -incluidos sus más cercanos- estuvieron en el registro de Álvarez Máynez, arropando su candidatura. Ahí se vio al senador Clemente Castañeda, a la aspirante a Guadalajara, Verónica Delgadillo; y al candidato a la gubernatura, Pablo Lemus, quien hasta le levantó la mano al presidencial naranja.
LE TOCA a Jorge Álvarez Máynez mostrar qué sabe hacer con el balón de la candidatura.
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MUY CARO le salió a Marko Cortés dar a conocer la repartición del botín, perdón, el acuerdo electoral con el PRI en Coahuila. En su afán por reclamar posiciones para los albiazules, la alianza opositora se rompió en esa entidad y, además, exhibió de fea manera los pactos más allá de lo político que hacen los dirigentes partidistas.
PORQUE una cosa es -y muy entendible- que priistas y panistas acuerden la distribución de candidaturas en distritos electorales. Pero eso de repartirse un magistrado, el Registro Civil, las oficinas de recaudación ¡y hasta notarías públicas!, nomás no cuadra con la idea de honestidad que quieren vender.
ADEMÁS, el oso de Marko no cayó nada bien en el cuartel de campaña de Xóchitl Gálvez.
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VAYA COINCIDENCIA: ayer que se recordó en el Estado de México al ex gobernador Alfredo Del Mazo por los cinco años de su fallecimiento, murió Sergio García Ramírez. Ambos fueron aspirantes presidenciales del PRI para las elecciones de 1988.
Y LOS UNE una anécdota que recuerdan todos los priistas: el día que Del Mazo confundió las señales y destapó en falso a García Ramírez. Lo que se cuenta es que Emilio Gamboa le reveló la noche anterior al destape a Federico de la Madrid, hijo del entonces presidente Miguel de la Madrid, que “el bueno” era SG refiriéndose a Salinas de Gortari.
PERO a Del Mazo la señal le llegó en el sentido de que era Sergio García Ramírez y pues armó una minicargada de su grupo político para ir a felicitar temprano al jurista, quien lo recibió en pijama… y muy sorprendido.