León, Guanajuato.- La creación de un negocio fue una opción que motivó la pandemia del COVID-19 para algunos emprendedores, ante la pérdida o cierre de su fuente de trabajo.
Este fue el caso de Hilda Estrada Reyes, quién optó por emprender tras el cierre de su cocina económica.
Por la pandemia lo tuve que cerrar el negocio de comida”, reconoció que la experiencia de ese trabajo la llevó a desarrollar una línea de salsas, su marca está en proceso de formalizarla. El primer producto que desarrolló fue un chicharrón de chile serrano, mezclado con aceite de oliva.
En los cuatro años que ha estado trabajando por su cuenta, ha desarrollado otras salsas, ajos crocantes y una combinación de ajonjolí con distintos chiles.
Detalló que tras su paso por ProEmpleo (asociación civil que impulsa a personas a generar proyectos productivos) hace un año, su modelo de negocio tomó forma, ahora está por dar de alta su marca y registrarla.
La comercialización de sus productos la hace a través de una marca colectiva, desde su página de Facebook.
Llegan al mundo
Grecia, Canadá, España, Inglaterra, Japón, Colombia, son algunos de los sitios a los que han llegado los accesorios elaborados con madera de la marca Fartinn.
Una mezcla de madera y piel es lo que aplican a los bolsos, aretes, dijes y llaveros que producen, detalló Emir Díaz de León, quien es parte del equipo.
La firma comenzó hace cinco años, y desde hace cuatro años cuentan con el distintivo Marca Gto.
El taller es de corte familiar, su cuñado está a cargo del diseño, su esposa es la directora de ventas, el equipo lo completan su hija y suegro.
Una parte de su comercialización es con las caravanas de emprendedores de las que son parte también en su Facebook, cuentan con clientes en destinos de playa.
Apuntó que la producción es variada y los aretes pueden tomar dos días, en el caso de los bolsos hasta 15 días
Diversifican productos
La diversidad del nopal como materia prima, ha permitido que la marca Valnopal elabore cosméticos, artículos de higiene, alimentos y hasta vitaminas.
Arturo Vargas, colaborador de la marca, detalló que forman parte de la cooperativa que tiene origen en Valtierrilla, comunidad en
Salamanca, Guanajuato; que forma parte del circuito del nopal.
La firma tiene diez años, en este tiempo han aumentado en 20 la línea de productos entre los que se suman jabón, gel, cremas cosméticas, mermelada, fibra y botanas; en la factoría colaboran ocho personas.
Arturo reconoció que de momento no han logrado la exportación, por la inversión que necesitan por el perfil de sus productos.
Agregó que semanalmente en la comunidad de Valtierrilla la zona centro se convierte en un exhibidor de las distintas marcas productoras.
SM