Los que pasamos de cierta edad podemos hablar de la extensa lista de juguetes de novedad que han pasado por la feria: las espadas de sonidos, los aros de plástico, los lentes locos, las pelotas locas…la lista es larga, pero ¿Qué onda con los patitos que todos traen en la cabeza?

El año pasado, vi que mi sobrina llegó a casa con un pollito amarillo, luego con una plantita: me explicó que era parte de una moda coreana, que se popularizó en internet.

Pero, justo en el primer día de feria, me llamó la atención un señor con un pollito en la cabeza, luego pasé a los huaraches y ahí estaba otro, fui al baño y estaba una señora con su pollo…me sentí en la granja de Pollitos en Fuga.

Me di a la tarea de buscar a los responsables de popularizar estos pollitos, y fue en Poliforum donde los encontré -en realidad, todos los están vendiendo-. 

Se trata de los patitos Kawaii, creo que un señor me quería estafar vendiéndome lo que significa, pero dijo que era algo similar al gatito que mueve la mano ‘para llamar la fortuna’.

Resulta que esos pollitos o patitos que tienen un broche para sujetarse del cabello, atraen la suerte, traen paz y para otros, es un simple adorno para su outfit. 

También había rehiletes y plantitas, dicen que estas últimas son para demostrar que eres muy creativo y que siempre tienes una idea nueva que está por nacer, como una plantita en desarrollo; el rehilete era algo más complicado y como que el señor no supo qué inventarse para que le comprara -al final no le compré nada-.

En fin, revisé en internet y vi que hasta ha inspirado memes; en León es tendencia comprar ese pollito, que si bien en la feria se ha popularizado, ya también es motivo para bromear y se ha convertido en la prueba de que fuiste a la feria. 

Te acuerdas que cuando llegabas a la escuela, sabías que alguien había ido a la feria porque traía su juguete de moda; ah pues eso mismo está ocurriendo ahora, los niños y hasta los papás -los más osados- traen sus pollitos, ocurre algo similar a cuando vas a Disney y ves a todos con sus orejas, en la feria no tendremos eso, pero sí nuestros pollitos en la cabeza. 

Nos vemos en la feria.

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