Davao, Filipinas.- Un deslave provocado por las lluvias torrenciales caídas en los últimas días sepultó una casa en la que se celebraban oraciones cristianas en el sur de Filipinas y mató a al menos 10 personas, incluyendo niños, informaron funcionarios el viernes.
Dos personas más resultaron heridas y al menos un aldeano más estaba desaparecido luego del alud en una remota comunidad montañosa en la ciudad minera de Monkayo, en la provincia de Davao de Oro, dijo Ednar Dayanghirang, jefe regional de la Oficina de Defensa Civil, una entidad del gobierno.
Los rescatistas encontraron tres cadáveres más el viernes luego de que el operativo de búsqueda se paralizó a media tarde del jueves por el peligro de que produjere otro derrumbe.
“Estaban rezando en la casa cuando se produjo el alud”, contó Dayanghirang a The Associated Press por teléfono el jueves en la noche. “Es triste, pero es la realidad sobre el terreno”.
Además se ordenó la evacuación de los residentes en las inmediaciones de la zona afectada por temor a más corrimientos de tierra y lodo a consecuencia de los aguaceros intermitentes, dijo el alcalde de Monkayo, Manuel Zamora.
Las fuertes torrenciales inundaron también aldeas bajas y desplazaron a más de 36.000 personas en Davao de Oro y otras tres provincias, explicó la Oficina de Defensa Civil. El mal tiempo empezó a remitir en algunas zonas el viernes.
Al menos 20 tormentas y tifones azotan el archipiélago de Filipinas cada año, especialmente durante la temporada de lluvias que comienza en junio.
En 2013, el tifón Haiyan, uno de los más potentes de los que se tiene constancia, causó más de 7.300 muertos o desaparecidos tras arrasar localidades enteras y arrastrar barcos mar adentro, además de dejar más de 5 millones de desplazados en el centro del país.
JFF