León, Guanajuato.- Hace tres semanas, el grupo de peregrinos conocidos como “Espiga Dorada” emprendió un viaje de sacrificio y de devoción que lo llevará a recorrer caminando más de 400 kilómetros para llegar a San Juan de los Lagos, desde Iztapalapa, en la Ciudad de México.
Conformado por alrededor de 20 personas, en su mayoría adultos mayores, la Espiga Dorada avanza día a día con paso firme y con determinación.
Sin embargo, a pesar del cansancio y las inclemencias del tiempo, la fe en la virgencita de San Juan los impulsa a seguir adelante.
Comenzamos con la peregrinación el 8 de enero, y aunque el camino es cansado, también es muy grato el recibimiento de la gente a nuestro paso, este año la peregrinación cumple 29 años, y esperamos que sean muchos años más”, comentó José Manuel.
El camino no es fácil, pues deben andar largas horas bajo el Sol del mediodía y el frío de la madrugada, con una hermosa pero pesada imagen a cuestas de casi un metro de altura, que cambia de hombros cuando arrecia el cansancio.
Los peregrinos atraviesan el Estado de México, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato y Jalisco, algunos otros miembros del grupo luego de visitar a la Virgen continúan hasta Zacatecas, como parte de sus mandas y peticiones.
Pasar por León es muy grato porque eso nos recuerda que ya estamos más cerca de llegar a nuestro destino, lo que nos motiva a no bajar el paso y continuar con nuestro objetivo muy claro”, dijo otro peregrino.
Los integrantes de Espiga Dorada esperan llegar al municipio de San Juan de los Lagos en los próximos días.
En esa ciudad se encontrarán con algunos familiares y amigos que llegarán en autobús, para todos juntos entrar al santuario y agradecer los favores recibidos el año pasado.
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AM