Los bailes sonideros se pueden considerar como contaminación auditiva en Pachuca por lo que tendrían que regularse en cuanto al nivel de ruido permitido.
AFECTA A HUMANOS Y FAUNA
Alba Luisa Jiménez del Ángel, presidenta del colectivo La Jauría de Balú, que se dedica a la protección de animales, expresó que la estridencia altera a la fauna doméstica como perros y gatos.
Pero también a los vecinos de los lugares donde se desarrollan esas fiestas.
FUNCIONARIOS MUNICIPALES
Expresó que los funcionarios municipales que autorizan ese tipo de espectáculos tendrían que verificar el nivel de ruido permitido para generar menos molestias.
ENFERMOS Y ADULTOS MAYORES
Expresó que el ruido descontrolado afecta a personas enfermas que convalecen en casa, adultos mayores con dificultades para dormir, recién nacidos, niños autistas y con síndrome de Down.
LEYES AMBIENTALES
Hizo un llamado a las autoridades para que hagan respetar lo que señalan las leyes ambientales y reglamentos municipales en cuanto a contaminación auditiva.