Si el resto de las reformas constitucionales que presentará mañana Andrés Manuel López Obrador se parece a la que se refiere al Poder Judicial, agárrense, pues la tensión y la polarización entre Poderes alcanzará un nuevo máximo.
Aunque ya se sabía que el Presidente pretende que los ministros de la Suprema Corte sean elegidos por voto popular, no estaba presupuestado que se redujeran sus periodos de 15 a 12 años, ni que se redujeran de 11 a 9 los integrantes del pleno del máximo tribunal del país.
Pero ahí no para la cosa. De aprobarse la iniciativa, los ministros no sólo serían menos, durarían menos y ganarían menos… un punto medular es que tendrían menos atribuciones, lo que minaría sustancialmente su capacidad de contrapeso del Ejecutivo.
Y como diría Cantinflas… ¡ahí está el detalle!
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Lo que son las cosas, ahora que quedaron definidas las candidaturas de Morena para el Senado, en la CDMX irán como fórmula Ernestina Godoy y Omar García Harfuch, quienes tienen en común haber obtenido esas posiciones como premio de consolación.
La primera, porque no logró su ratificación como fiscal de la CDMX y, el segundo, porque a pesar de haber ganado la encuesta para ser candidato a jefe de Gobierno por Morena, terminó cediendo su lugar a Clara Brugada.
La duda que ha generado en varios observadores es si se trata de una mancuerna o del inicio de una terna para competir por la titularidad de la Fiscalía General de la República.
Aunque se supone que es un organismo autónomo, cada vez más voces al interior de la 4T piden un relevo ante la larga lista de reveses judiciales contra la Fiscalía encabezada por Alejandro Gertz.
Y es bien sabido que tanto Godoy como García Harfuch, ambos cercanos a la candidata presidencial Claudia Sheinbaum, estarían encantados de entrarle al quite.
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Interesante resulta el más reciente fichaje del panista Santiago Taboada, quien busca la jefatura de Gobierno bajo las siglas del PAN, el PRI y el PRD.
SE TRATA de Manuel Mondragón y Kalb, quien fue secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México y comisionado nacional de Seguridad en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
El doctor, quien también encabezó la Comisión Nacional contra las Adicciones, había estado colaborando con su ex jefe Marcelo Ebrard, quien le dio tremendo descolón en su cuenta de X, donde aseguró que el nuevo rumbo que tomó su “amigo entrañable” es un “error enorme”.
Después de ese tuitazo, sólo quedan dos posibilidades: o ya no son tan amigos… o ya no son tan entrañables.