León, Guanajuato.- Como otros familiares de personas desaparecidas, la buscadora Nailea Carreño Ortiz consultó los datos de su hermana Sharon Stephanie -ausente desde junio de 2020 en Celaya- en el apartado de Búsqueda Generalizada que proporciona la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNBP) para ver el estatus del caso y se llevó una desagradable sorpresa.

Justamente ya la busqué y aparece como ubicada, o algo así. Sí se pasan, yo me puse bien histérica cuando la vi. Eso fue hace unos días”, afirmó la integrante del colectivo “Una Promesa por Cumplir”.

“Ya le pedí a la Fiscalía -General del Estado- que me aclare”.

Como ella, otras personas buscadoras en el País y en Guanajuato han denunciado en días recientes que la consulta que arroja la Búsqueda Generalizada es errónea, imprecisa, incompleta o reservada, revictimizando a los familiares e incrementando la desconfianza en el trabajo de la CNBP.

La Búsqueda Generalizada es uno de los cinco tipos de búsqueda que se realizan en el marco de la Estrategia Nacional de Búsqueda Generalizada, que lleva a cabo el Gobierno federal a través de la CNBP y otras instancias como la Secretaría del Bienestar, para presuntamente actualizar el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).

Esto, mediante el cruce de información en bases de datos oficiales, confrontar registros administrativos, visitas casa por casa a domicilios  o llamadas telefónicas por la posible ubicación de una persona reportada y, de ser necesario, la aplicación de un protocolo de localización y formalización.

Sin embargo, para muchos colectivos de familiares de personas desaparecidas, el “censo” -llamado así por el presidente Andrés Manuel López Obrador– es solo un intento de compactar artificialmente las cifras de desaparecidos -más de 110 mil, al cierre de 2023- y de volver a desaparecerlos, algo, que dicen, no van a permitir.

De acuerdo a integrantes del colectivo “Proyecto de Búsqueda”, en Celaya, ya han detectado varios casos con inconsistencias.

Una buscadora perteneciente a este colectivo aseguró que su familiar “sí aparece -en el apartado de Búsqueda Generalizada-, pero solo con denuncia de Guanajuato y están los datos incompletos. Es lo que voy a checar ahora que me toque ir a ver a mi agente del Ministerio Público, ver qué pasó con eso”.

Añadió que “en algunos casos de las compañeras está mal el género -de la persona desaparecida-, tienen varios errores”, lo que puede influir en las estadísticas pero sobre todo en la posibilidad de localizar a la persona, el objetivo del registro.

Las omisiones de datos básicos ocurren con otro caso emblemático, el de la maestra Alejandra Guzmán Venegas, privada de su libertad y desaparecida desde el 28 de julio de 2020 en el municipio de San Felipe. Aunque aparece el reporte, presentado por la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, no aparece listada la fecha de los hechos.

En otro caso, el de Alfredo Rayas Alvarado, una de las cinco personas desaparecidas tras asistir a un palenque de gallos en 2018, sus datos aparecen reservados por petición de su reportante, sin embargo, sus familiares no solicitaron dicha medida.

“Pero qué me puedo esperar, si en la ficha de búsqueda no pusieron la ropa que llevaba puesta cuando desapareció. Tampoco han puesto fecha para ir a buscar al último punto donde hubo señal de su celular y donde encontraron su credencial tirada. Sí, es un predio en Santa Rosa de Lima (Villagrán), sé que es peligroso, pero yo lo que quiero es encontrarlo”, dijo una familiar.

En este caso, la CNBP indica que los reportes que contienen la palabra Confidencial no significa que fueron borrados, son correspondientes a informes en los que la persona solicitó que no se compartiera su información.

También, que la información de la versión especial de consulta del RNPDNO incluye el folio único de búsqueda con el propósito de que aquellas personas que hayan presentado informes de desaparición puedan identificar el suyo y proporcionar más detalles al respecto. 

Búsquedas de campo

Los colectivos de búsqueda de personas constantemente salen a realizar prospecciones, es decir, búsquedas en campo en diferentes partes del estado.

Hace algunas semanas, en Tarimoro, integrantes del colectivo “¿Dónde Están? Acámbaro” realizaron dos hallazgos positivos, acompañadas siempre de la Comisión Estatal de Búsqueda, pues de otra manera no se exponen.

“Eso da tristeza pero también satisfacción. Lo que me incomoda es que de qué vale estar haciendo el trabajo de la Fiscalía -General del Estado- si muchas veces no hay denuncia, mucho menos hay ADN y -los cuerpos- se van acumulando en el panteón forense”, dijo una de las buscadoras.

Explicó que en el caso de los hallazgos, realizados en diferentes puntos, al parecer se trata de dos hombres, a reserva de lo que arrojen las pruebas.

Y que en el caso de ese colectivo, a 33 de las 64 familias agrupadas ya les entregaron los restos de sus seres queridos desaparecidos y localizados.

AM

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