La presidenta húngara Katalin Novak habla durante la visita del papa Francisco en el antiguo monasterio carmelita en Budapest, Hungría

Budapest.– El gobierno húngaro del primer ministro Viktor Orbán enfrenta a una crisis política inusual tras la dimisión de la presidenta en medio de la ira pública por su indulto a un hombre condenado en un caso de abusos sexuales a menores.

La dimisión de la presidenta Katalin Novák el fin de semana se produjo después de que se revelara que había concedido un indulto en abril de 2023 a un hombre condenado por ocultar abusos sexuales a menores en un hogar infantil gestionado por el Estado. La ministra de Justicia, Judit Varga, también anunció su retirada por su papel en la aprobación de la decisión.

Algunos de los oponentes de Orbán dicen que la dimisión de dos altos cargos de su partido nacionalista Fidesz no es suficiente, y que Orbán debe asumir las consecuencias políticas.

“Viktor Orbán no tuvo vergüenza de esconderse detrás de las faldas de dos mujeres en lugar de asumir su responsabilidad”, dijo Anna Donáth, legisladora en el Parlamento Europeo por el partido opositor húngaro Momentum. “Por eso no se puede permitir que este asunto se cierre así”.

Orbán no ha reaccionado públicamente a las dimisiones.

El líder más longevo de la Unión Europea y su partido Fidesz han gobernado Hungría con una mayoría constitucional casi ininterrumpida desde 2010. Tras colocar a sus leales a la cabeza de las instituciones gubernamentales y judiciales y hacerse con el control de amplios sectores de los medios de comunicación húngaros, el Fidesz ha derrotado fácilmente a sus oponentes.

Pero las dimisiones de Novák y Varga han dividido a los partidarios de Orbán y han llevado a algunos a creer que fueron sacrificados para proteger al primer ministro de las consecuencias políticas del escándalo, dijo Dániel Hegedus, analista y miembro para Europa Central del German Marshall Fund.

Las dimisiones “van en contra de la lógica de cómo se ha construido la lealtad en el régimen de Orbán hasta ahora”, dijo Hegedus. “Está dividiendo al núcleo del electorado de Fidesz sobre si estos dos políticos deberían realmente haber sido sacrificados”.

Novák, ex vicepresidenta de Fidesz, fue ministra de Familia hasta su nombramiento como presidenta en 2022. Ha abogado abiertamente por la familia tradicional y la protección de los niños, piedra angular de la imagen de Fidesz como defensor de los valores conservadores cristianos.

JFF

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